A la izquierda, el anuncio de un particular ofertando un terreno para tiendas de campaña o caravanas. A la derecha, otro particular haciendo negocio con caravanas.

Avanza la temporada y los anuncios sobre los alquileres en Ibiza son cada vez más esperpénticos. En una conocida red social, un ciudadano alquila estos días un espacio en un bosque cercano a Sant Carles para caravanas, furgonetas o tiendas de campaña. Asegura que la zona tiene «mucha tranquilidad y privacidad» y brinda la oportunidad de alquilar la plaza durante todo el año o sólo para la temporada.

En concreto, este propietario reparte el terreno en 12 plazas, dando preferencia a familias con menores. Sólo alquilará uno de estos espacios a personas «serias y trabajadoras», según advierte. Si este usuario logra arrendar las 12 plazas, tendrá unas ganancias mensuales de 4.200 euros.
Desde el Consell d´Eivissa declinaron ayer valorar este anuncio concreto explicando que, en estas situaciones, sus inspectores podrían actuar si se hablara de un suelo rústico protegido. Si se trata de un rústico común, la competencia recae sobre el ayuntamiento correspondiente, en este caso, Santa Eulària.

Fuentes de la institución recordaron además que el Consell puede perseguir el alquiler turístico, algo que, en principio, no se estaría dando en este tipo de ofertas.

El Ayuntamiento de Santa Eulària avanzó que, siguiendo los protocolos, iban a intentar localizar al propietario del terreno de Cala Mestella. Al mismo tiempo, las patrullas policiales estarán pendientes del posible movimiento de caravanas por la zona, recopilando información por si deben incoar algún tipo de expediente sancionador.

Desde otro Consistorio como el de Sant Josep explicaron que, aunque este caso concreto no les afecta, rechazan «contundentemente» este tipo de acciones puesto que suponen una competencia desleal hacia los negocios legales y «también una muestra muy evidente del uso impropio de un terreno rústico. Todo ello puede y debe llegar a ser constitutivo de infracciones graves». Según expresaron, la voluntad del equipo de gobierno municipal es la de combatir estas actividades que fomentan la economía sumergida y agravan el problema de la vivienda.

Con otro sorprendente anuncio, otra persona anuncia la venta de caravanas, con y sin documentación, para dejarlas fijas en cualquier finca de Ibiza. Asegura además que hará precio especial a la gente de la isla. En este caso, el ‘vendedor’ pide entre 4.500 y 6.500 euros por una de estas caravanas. En las redes, son bastantes los usuarios que se interesan por el precio o incluso le llegan a preguntar en qué finca podrían estacionar el vehículo.

La alarma

La alarma saltó el pasado mes de abril. En conocidas plataformas de alquileres turísticos, los anuncios de caravanas para pasar la temporada en la isla se convirtieron de repente en algo común. Así, se pedían hasta 1.000 euros al mes para disponer de uno de estos vehículos en Ibiza durante todo el verano.

Consultada ayer esta misma plataforma, lo cierto es que los anuncios de alquiler de caravanas se han reducido, aunque todavía se podían encontrar auténticas gangas, como una ‘casa móvil’ gestionada por un particular, con ducha y secador de pelo por unos 146 euros la noche, hasta 164 durante los meses de julio y agosto.

También a comienzos de abril, probablemente la misma persona que alquila ahora el terreno en Cala Mestella ofertaba dos solares para caravanas, furgonetas o tiendas de campaña. Según rezaba el anuncio, la oferta iba dirigida a residentes y trabajadores de temporada que podían elegir entre un terreno en Santa Eulària o uno en Sant Carles. El precio era también de 350 euros y subía hasta los 500 si se prefería con derecho a agua y electricidad.

Cabe recordar que los ayuntamientos de la isla no permiten pernoctar en caravanas. Desde el Consistorio de Santa Eulària aseguraron a este rotativo que las autocaravanas, caravanas y vehículos camperizados «son eso mismo, vehículos, como recoge desde 2008 la propia DGT, que remarca que su función no es la de vivir de forma permanente en ellos puesto que sus características, desde el espacio a los sistemas eléctricos, no son los propios de una vivienda».