Imagen del yacimiento fenicio de sa Caleta. | GABY VILA

El empresario Abel Matutes criticó la falta de conservación de las fincas y del poblado fenicio de sa Caleta, que donó al Consell d’Eivissa en 2005. «Hice esta donación para que conservaran estos lugares y no se han hecho talas en estos bosques. Tengo terror a un incendio porque no se ha saneado nada el monte. Al poblado fenicio, que queríamos que ahí se trabajara y se invirtiera, y que tendría que ser un sitio de visita de culto, no veo que se le de la importancia que tiene que tener».

Matutes hizo estas declaraciones en el marco de su réplica a las críticas de PSOE-Pacte porque no continuará con la cesión al Consell de los locales de s’Alamera, un espacio que la institución ocupa a raíz de un convenio de cinco años con la CAM, que vence el 4 de octubre. El acuerdo no se renovará porque la entidad bancaria ha preferido vender el inmueble al empresario ibicenco por 2,5 millones de dólares [dos millones de euros], quien lo dedicará a la «expansión» de su grupo empresarial.

Al respecto, la consellera progresista Pepa Marí dijo que, de esta forma, «Matutes demuestra lo poco que quiere a Eivissa». Una crítica cuya respuesta no se hizo esperar: «Hace cuatro o cinco años, el grupo [Matutes] cedió al Consell unas fincas que para mi tienen un valor arqueológico, histórico y medioambiental importante. Entre otras, la finca de la Sal Rossa que son unos 120.000 metros, la Cova Santa [500.000 m2], que es una de las montañas más altas de Eivissa, y que tiene un gran valor forestal y paisajístico; la finca de Puig Jondal, y el poblado fenicio de Sa Caleta, que no sé lo que vale, pero cerca de la mitad de lo que puedan valer estos locales sí, seguro que más de un millón de dólares. Quien diga que no demuestro mi amor por Eivissa, se ve que ignora todo esto», afirmó Matutes.

«Interés en ocultar»

Para el empresario, el gobierno de PSOE-ExC tuvo «interés en ocultar» la cesión de la finca de sa Caleta, donde se encuentra el importante yacimiento arqueológico. Parte de los terrenos de esta península fueron comprados en la anterior legislatura a diversos propietarios, entre los que también se encontraba Fiesta Hotel Group, y fueron pagados con Fondos Europeos y del Consell, por un total de 600.000 euros.

Sin embargo, el portavoz del grupo empresarial destacó que el resto de la finca, donde se ubica el poblado fenicio, ya había sido donada por Matutes al Consell. «Y a veces me ha parecido que en el caso de algunos gobiernos había interés en ocultar esa donación», concluyó el empresario.