El sindicato CSI-F augura que la sociedad este otoño dirá «basta» a los recortes

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Aunque sean momentos difíciles, por parte del CSI-F siempre habrá esta defensa de los empleados públicos», explicó Borra, quien destacó que en los tres últimos años el número de afiliados al sindicato ha crecido de 200 a 800 y han multiplicado «por cuatro» el número de delegado sindicales.

Este presidente nacional de este sindicato anunció que la «jornada de lucha» prevista para el miércoles que viene también se celebrará en Eivissa. A ello habrá que sumar la manifestación que se convocará para el sábado que viene en el marco de la movilización prevista a nivel nacional. A estas dos convocatorias hay que sumar las movilizaciones de los empleados públicos todos los viernes. «Comunidades como Ceuta, Melilla, Canarias y Balears haremos manifestaciones paralelas a la de Madrid porque no podemos pagar el desplazamiento de mil personas a la capital, por ejemplo», explicó Andreu Bou, quien afirmó que se espera que estas dos convocatorias sean «multitudinarias».

Sobre si habrá más movilizaciones después de septiembre explicaron que la semana que viene se reunirán para definir un calendario, aunque advirtieron: «No vamos a parar hasta que se reestablezca la normalidad en los servicios públicos de este país. Esto no conoce de colores políticos; no tenemos que olvidar que el primero que nos bajó el sueldo fue Zapatero y que las comunidades en las que gobierna el PSOE están haciendo lo mismo que hace el PP», precisó Borra, quien apuntó: «Más que un otoño caliente lo que preveo es que en estos meses la sociedad de este país dirá basta a los recortes y a los políticos», puntualizó el presidente nacional de este sindicato.

Sobre si creen que habrá más recortes previstos por el Gobierno explicaron: «Los papeles que el Gobierno ha mandado a Bruselas para el periodo 2013-2014 no contemplan nuevas reducciones de salarios públicos, pero esto no quiere decir que no haya», explicó Borra, quien afirmó que las medidas de ajuste sobre los empleados públicos no tienen «consecuencias positivas» para la economía «sino más bien al revés «se ha demostrado que el consumo ha caído y lo seguirá haciendo». Borra destacó que los empleados públicos han perdido un 30% de poder adquisitivo en los últimos cuatro años y que el sector ha perdido más de 170.000 empleos en enseñanza, justicia y educación, entre otras áreas.