Miembros de Alianza Mar Blava y Greenpeace, en la puerta del Ministerio de Medio Ambiente, con las firmas contra los sondeos. | ALIANZA MAR BLAVA

La Alianza Mar Blava ha enviado un escrito a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural del Ministerio de Medio Ambiente, así como al Área de Industria y Energía de la Subdelegación del Gobierno en Valencia, con el que trata de desmontar toda la argumentación empleada por Cairn Energy para refutar el informe de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar en el que se informaba desfavorablemente el proyecto de sondeos acústicos de la petrolera en el golfo de Valencia.

En su escrito, en el que han colaborado expertos internacionales en el impacto de sondeos acústicos, la Alianza solicita que se acuerde tomar en consideración dicho informe y que se proceda a adoptar una Declaración de Impacto Ambiental negativa y se deniegue la autorización solicitada por la petrolera.

Documento

Según han recordado, el pasado 28 de octubre se registró en la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural un documento de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar titulado para su incorporación en el expediente de evaluación de impacto ambiental de este proyecto.

En dicho informe, la dirección general informaba negativamente la realización de dichos sondeos acústicos.

Por este motivo, Mar Blava recuerda que la alternativa deseable es la de no realización de la actividad de prospección sísmica en áreas de presencia de cetáceos sensibles y especies protegidas.

Además, según Mar Blava, la Dirección General establece que «se considera que este proyecto no es compatible con los objetivos establecidos en la legislación de protección de la biodiversidad ni los objetivos de la Ley de protección del medio marino y de las estrategias marinas». Por todo ello, Mar Blava, tras hacer una serie de consultas, ha concluido que la respuesta de Cairn Energy al informe de la Dirección General no tiene base jurídica. Además, han asegurado que la parte ambiental «está plagada de graves errores y sus argumentos contradicen por completo la opinión científica en múltiples aspectos».