Los trabajos en el cruce de Portinatx se reiniciaron ayer. | Sergio Cañizares

Ayer se reiniciaron las obras de mejora y ampliación de la carretera de Sant Joan a la altura del cruce de Portinatx, donde por culpa de una cueva de murciélagos protegidos próxima a este punto que no estaba prevista en el proyecto inicial se ha tenido que reducir el tamaño de la rotonda que se construirá allí.

La consellera de Mobilitat, Pepa Costa, comentó ayer que este paró no alterará los plazos del proyecto global y destacó la rapidez con la que se ha podido modificar el trazado inicial. Los trabajos comenzaron en octubre de 2014 y se prevé que terminen en febrero del próximo año.

«También pensamos en construir una intersección como la que hay ahora pero el giro a la izquierda es muy peligroso y una rotonda da mayor seguridad», aseguró Costa, que el pasado viernes recibió el visto bueno al nuevo proyecto por parte del Govern.

El diámetro de la nueva rotonda se reduce hasta tener entre 28 y 30 metros de diámetro (inicialmente medía 48 metros), de forma que con el modificado se convierte en una glorieta de carácter más urbano.

Con la modificación del proyecto se reduce la afectación al territorio y Medi Ambient (a través del servicio de Protección de Especies del Govern) considera que queda «acreditada la separación de la obra de la entrada a la cueva, de manera que se evita su afectación».

Cabe recordar que las obras de este punto de la carretera habían quedado paralizadas el pasado mes de enero después de que la conselleria de Medi Ambient del Govern comunicara al Consell d’Eivissa que la rotonda afectaba a la cueva de Puig de s’Ullastre, una cueva de cría de murciélago que está protegida.