El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Eivissa anunció ayer la convocatoria para la próxima semana de una subcomisión especial de trabajo de Talamanca para abordar el último vertido de aguas fecales que se produjo anteayer en la playa de ses Figueretes. El Consistorio destacó a través de una nota de prensa que la empresa municipal del servicio de aguas, Aqualia, está elaborando un informe sobre esta incidencia, cuyo resultado se expondrá en la citada reunión. Según el Ejecutivo municipal, el vertido «se produjo por el lanzamiento de elementos como trapos, y otros de carácter sólido, que obstruyeron la tubería, y no por su estado».

La convocatoria de la reunión que analizará los recurrentes vertidos en las playas de Vila se produjo unas horas después de una reclamación formal presentada por el PSOE-Pacte, en la que se exigía abordar «cuanto antes los numerosos problemas que tiene la red de aguas en el barrio de ses Figueretes». Según indicó la formación socialista en Eivissa, la comisión, que se creó formalmente por acuerdo plenario para tratar los problemas del emisario de Talamanca, recibió también el encargo de hablar de los problemas de ses Figueretes. Sin embargo, hasta el día de hoy, critican los socialistas, «en ninguna de las escasísimas reuniones celebradas se ha abordado este tema».

Falta de inversiones

A la vista de la «grave» avería que se produjo anteayer en el barrio, cuando una obstrucción en el alcantarillado provocó un vertido de fecales en la playa, el portavoz y concejal progresista considera que el equipo de gobierno de Vila «no puede seguir mirando hacia otro lado y que es absolutamente imprescindible que explique cuál es la situación, qué inversiones y obras hacen falta y que se consigan los recursos para poder hacerles frente».

Ruiz admitió que esta problemática viene de lejos y que es competencia del Consistorio hallar soluciones. Desde su partido proponen dos tipos de medidas para evitar más vertidos de fecales a la playa: «Que el nuevo contrato de aguas dé solución a la problemática o que se reserve una partida vía remanente o vía crédito». El candidato socialista considera que la actual concesionaria «tiene unas obligaciones y la estación de bombeo es deficiente desde hace años». «El ayuntamiento debería meter presión a la empresa. Es fácil pasear por allí y ver alcantarillas con tapas deficientes que asiduamente sacan aguas fecales. La situación es crítica, pero creemos que puede tener solución», sostiene el que fuera regidor de Deportes en la etapa de Lurdes Costa.

Desde la formación lamentan que el barrio de ses Figueretes, «como tantos otros barrios del municipio, ha sido abandonado a su suerte durante toda la legislatura». «Los problemas se multiplican y nos encontramos ahora con el resultado de no haber hecho ninguna inversión en cuatro años. El discurso de la austeridad que hace el PP está muy bien en la teoría pero que alguien explique a los vecinos de ses Figueretes cómo puede ser que Vila tenga más de 10 millones de euros de remanente de tesorería, es decir, sueldos que no se han gastado, y que ellos tengan que sufrir esta mala calidad de servicios en cuestiones tan fundamentales como es el agua», denuncia Ruiz.

El candidato socialista a la alcaldía registró ayer formalmente esta petición, «también motivada por las quejas» que ha recogido durante los últimos días en reuniones mantenidas con vecinos y colectivos del barrio, que han transmitido, según el portavoz socialista, la sensación «de estar totalmente abandonados por parte de la Ayuntamiento de Eivissa» y la necesidad de que se aborden «de forma urgente» determinadas inversiones para «garantizar una calidad de vida digna».

Respuesta

La réplica no se hizo esperar. El equipo de Gobierno, aunque prefirió no entrar a valorar las declaraciones de Rafa Ruiz, recordó que el candidato del PSOE «formaba parte del Ejecutivo local que dirigía el Consistorio en agosto de 2008 cuando, en plena temporada turística, se produjo un vertido de aguas fecales en ses Figueretes». «Un hecho –apuntan desde el Ayuntamiento– que sí tuvo lugar por el estado de la canalización y que su equipo de Gobierno tardó dos semanas en reconocer y solucionar».