Vila quiere mantener el actual diseño del edificio de es Martell y la oposición pide cambios | Armando Tur / Carlos Sanclemente

La decisión de Autoritat Portuària de Balears (APB) de rescindir el contrato con la empresa Isolux Corsán encargada de derribar la antigua estación marítima y construir un nuevo edificio en es Martell, tal y como adelantó ayer PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA, tuvo ayer como consecuencia una cascada de reacciones que se centraron en el diseño del futuro inmueble que ocupará la zona y los plazos de su construcción, dado que esta decisión impedirá que esté acabado antes de verano como se preveía.

El alcalde de Eivissa, Rafa Ruiz, calificó de «mala noticia» la paralización de las obras, aunque apostilló que lo esperaban a causa de los problemas económicos por los que atraviesa la empresa que han hecho que haya dejado facturas impagadas a diferentes empresas ibicencas.

Cuanto antes

El derribo de la estación marítima acabará antes de que empiece la temporada turística, según dijo Ruiz, quien confió en que APB saque a concurso «cuanto antes» la construcción del nuevo edificio para que las obras empiecen después del verano. Además, descartó que vayan a proponer un nuevo diseño: «Nosotros ya decidimos cómo iba a ser el edificio de es Martell y lo que estaba hablado seguirá porque no queremos retrasar más la reforma del puerto.»

El alcalde sí que se refirió en cambio al resultado de las obras para hacer el paseo en las antiguas andanas del puerto del pasado año que «se hicieron tarde y mal». APB, según dijo, tendrá que encargarse de arreglar los desperfectos que todavía hay en el paseo, como el agujero que existe en la zona de es Muro o los pivotes en forma de cuña que han provocado más de una caída a los viandantes y que deberían transformarse en cubos con forma de pequeños bancos.

La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Vila, Virginia Marí, recordó que, antes de que empezara el derribo de la antigua estación, ya auguró que habría problemas con las obras. «Yo ya dije que dudaba que estuviera todo listo para la temporada y se ha demostrado que no me equivoqué», recalcó.

Marí confió en que el muelle de es Martell esté al menos «en condiciones» para que los ciudadanos puedan pasear este verano por la zona.

Alternativas

Por otra parte, la concejala popular propuso aprovechar la nueva licitación de las obras para replantear el proyecto y diseñar un edificio más pequeño que no exceda los 400 metros cuadrados. «Con esa superficie sobra porque el edificio sí o sí va a hacerse», afirmó Marí quien abogó también por asegurar que el futuro edificio «no vaya a tener usos comerciales».

El concejal de Epic, Antonio Villalonga, criticó que la reforma del puerto se esté haciendo «a espaldas de la ciudadanía» y sea «un desatino tras otro».

Villalonga aseguró que es «un buen momento» para replantear la construcción del edificio y su superficie. «No entendemos por qué el edificio tenga que ocupar 600 metros cuadrados, más otros 600 de rampa», señaló.

A su juicio, el futuro edificio debería hacerse con materiales fácilmente desmontables como acero, aluminio o cristal para retirarlo una vez termine la concesión de la marina. «No queremos otro edificio de hormigón durante otros 40 años», dijo.