Catas en el punto por donde el emisario se adentrará en el mar. | Arguiñe Escandón

Los operarios de Tragsa ya trabajan en la pequeña calita de la Sala, entre es Botafoc y s’Illa Grossa, en la detección de tuberías y otra serie de instalaciones y servicios a través de un georradar por donde tiene que pasar el nuevo emisario de la depuradora de Vila que se complementará con catas y una campaña geotérmica de sondeos en el punto donde está previsto que el emisario entre el mar.

El Consell de Govern del pasado 28 de junio declaró la emergencia de estas obras para acelerar los trámites y trabajos a realizar, por lo que el objetivo es que la nueva infraestructura esté acabada en menos de doce meses.

Este nuevo emisario, que debe sustituir al que ahora desemboca en la bahía de Talamanca, tendrá dos kilómetros de longitud, medio más que el actual. Sus 1.069 metros de tramo terrestre arrancarán en la avenida Vuit d´Agost, con otros 850 metros de conducción submarina a partir de s´Illa Grossa.

Parte de la nueva conducción estará soterrada en el fondo marino mientras que otros 542 metros de tubería estarán apoyados sobre el lecho y lastrados para evitar su desplazamiento. A continuación están previsto dos tramos de difusores de 106 metros en forma de Y para la descarga del emisario. Esta solución permitirá dispersar el vertido de las aguas depuradas –cuya calidad es muy baja– con menor impacto que en la tubería actual, concentrado al final del emisario.

La nueva conducción será de 800 milímetros de diámetro, frente a los 600 de la vieja, con lo que podrá soportar un caudal de 4.000 metros cúbicos a la hora frente a los entre 500 y 2.000 metros cúbicos que puede soportar el sumidero actual.

El emisario de Talamanca se construyó con fibrocemento, que en sus más de 30 años de servicio se halla muy deteriorado y sufre constantes roturas. El nuevo se fabricará con polietileno, mucho más resistente a la corrosión de las aguas residuales y a la erosión marina. También transitará a mayor profundidad, 23 metros por debajo del nivel del mar frente a los ocho metros del actual, aunque verterá a una cota similar (–40 metros, tres más que el emisario de Talamanca).