Este anteproyecto, presentado ayer por el concejal de Benestar Social de Vila, Joan Ribas, a la consellera insular del ramo, Lydia Jurado, es una alternativa a la presentada por el Consell d’Eivissa que pretendía atender en un solo edificio a gente de diferentes perfiles sociales.
Más pequeño
El centro que proponen desde Vila sería un edificio más pequeño que el inicialmente proyectado, 900 metros cuadrados frente a los 1.500 del anterior, de una sola planta y no dos, con capacidad para unas 30 plazas, además de una zona que se habilitaría en caso de emergencia como una ola de frío o una catástrofe y que serviría para acoger en literas a una decena más de personas.
Según explicó Ribas, en este centro de baja exigencia se acogería a «gente que está en la calle y que no entra en un albergue municipal, porque no puede cumplir las normas al estar en una situación de consumo activo». El albergue, en cambio, estaría destinado para casos de emergencia puntuales, de personas que «simplemente están pasando una mala racha porque se han quedado sin trabajo y no pueden pagar un alquiler».
El nuevo anteproyecto fue aprobado el pasado viernes en la Mesa de Exclusión Social, integrada por representantes de las diferentes instituciones de la isla, Cáritas o el Ibsalut, por lo que ahora debe ser el Consell d’Eivissa el que dé el visto bueno a esta iniciativa y dote de los recursos a la Mancomunidad de Servicios Municipales para construir el centro.
El Ayuntamiento de Eivissa ha cedido los terrenos en el polígono de es Gorg, ha cambiado sus usos y ha hecho el nuevo anteproyecto al considerar que el centro que la máxima institución insular había planteado era «inadecuado», en palabras de Ribas. «Todas las personas tienen derecho a que se les atienda pero cada perfil tiene que tener un espacio reservado para ellos», argumentó.
EL APUNTE
Un millón de euros para el futuro albergue municipal
Los presupuestos del Ayuntamiento de Eivissa para 2017 reservan un millón de euros para habilitar un nuevo Centro de Acogida Municipal con capacidad para 40 plazas, y más moderno que el actual, ubicado en la calle Carles III.
La intención del Ayuntamiento es reformar algún edificio de propiedad municipal para instalar en su interior el futuro albergue, cuyas obras podrían empezar a principios del próximo año.
Joan Ribas descartó abrir ningún edificio municipal para acoger este invierno a las personas sin techo por “incumplir los criterios técnicos”. En caso de ola de frío, el Ayuntamiento habilitará el antiguo Casal Jove, para acoger a quien lo necesite.
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