El Govern y la concesionaria de la autovía del aeropuerto (la UTE formada por MAB y Ortiz) tienen previsto mejorar la seguridad del vial de servicio que une Sant Jordi con el aeropuerto con la creación de aceras, bordillos y pasos de peatones. El jueves por la mañana una joven de 32 años falleció víctima de un atropello en este vial de servicio de la autovía.

Según explicó ayer Jaume Mateu, director general de Mobilitat i Transports del Govern, los técnicos ya están trabajando en buscar la solución más adecuada: «Hemos tenido constancia del fatal accidente y, a raíz de esto, nos han comunicado que hay una serie de mejoras que se pueden hacer en este vial de servicio. Estas mejoras serían instalar bordillos y aceras para poder facilitar el paso y poner pasos de peatones, aunque no se trata de una zona puramente urbana sino de servicio de la autovía, por lo que a veces podría contraer peligro», explicó Mateu, quien recordó que el Govern no gestiona directamente la autovía: «No es una carretera que gestione directamente la administración, por lo que no podemos intervenir directamente. Tenemos que hablar con el concesionario». En cualquier caso, según apuntó Mateu, las actuaciones de mejora se harán y su ejecución no se alargará en el tiempo.

Mateu aclaró que, en cuanto a los pasos de peatones, no tienen «la solución definitiva». «Podríamos instalar algún tipo de resalte o badén para que los coches reduzcan la velocidad», apostilló.

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Por su parte, vecinos y trabajadores de la zona llevan tiempo reclamando que se mejore la seguridad en este vial, donde se encuentran numerosas empresas. «Ha sido una desgracia terrible. No era verano ni de noche. Ocurrió a plena luz del día y le podía haber tocado a cualquiera de los trabajadores de la zona. Es un despropósito de vial, un mal que está enquistado», explicó ayer una vecina de la zona.

Los poco más de 200 metros del vial de servicio entre Sant Jordi y el aeropuerto se han convertido en un punto negro repleto de deficiencias. 24 horas después del trágico accidente, los trabajadores de la zona insistieron en denunciar las anomalías y riesgos que entraña el vial y reclaman soluciones rápidas. Así, los vecinos reclaman la instalación de medidas de seguridad para controlar la velocidad. «Hay muchos coches que circulan como si fueran por la autovía», denuncian. También reclaman mejoras en el asfaltado, iluminación en la zona y una acera. «Los trabajadores de la parte final aparcan en el terreno donde arrollaron a Vanessa y después tienen que caminar por el arcén hasta sus centros de trabajo», lamentaron.

«Hoy estaba un poco más vacío el aparcamiento. Tiene que resultar muy duro para los compañeros de Vanessa acercarse al punto donde falleció su compañera», señaló uno de los trabajadores.

Otra vecina lamentó que tenga que morir una persona para «que los políticos se pongan manos a la obra».