El inicio de esta semana nos trajo como noticia de apertura de estos siete días el gran malestar y la indignación que despertaron en las redes sociales los comentarios jocosos y en tono de burla que Pablo Valdés, teniente de alcalde y concejal de Medi Ambient de Sant Antoni, vertió en su perfil de Facebook en relación a los cuerpos de seguridad de la Policía y de la Guardia Civil, aprovechando que se encontraba de vacaciones en las islas Canarias para celebrar el carnaval.

El martes nos hicimos eco, por enésima vez, del escandaloso problema que persiste en nuestra isla para poder acceder a una vivienda de alquiler. Así, la Plataforma Ibiza Afectados con los Alquileres alertó de «una situación que va cada año a peor y ante la que las instituciones siguen sin hacer nada por solucionarla». Al hilo de esta denuncia tuvimos constancia de nuevos casos de anuncios con desproporcionados y abusivos precios (de hasta 500 euros) por una simple cama en una habitación, que para más inri, el inquilino deberá compartir con otras dos personas más. Datos que equivalen a que ciertos personajes sin ningún tipo de miramientos (ya sean intermediarios ilegales o inquilinos que subarriendan) continúan haciendo de Ibiza su coto de caza para poder llevar a cabo oscuros negocios ilícitos con pingües beneficios económicos en dinero negro que, ni se declara ni tributa como corresponde en sitio alguno, al cobrarse por el alquiler de una única habitación en una casa la friolera de 1.500 euros.

El miércoles nos echamos a la calle para tantear la fluidez del tráfico en una de las más transitadas arterias de la isla, como es la carretera de Ibiza a Santa Eulària. Los resultados cronometrados indican que el tiempo mínimo para realizar los 17 kilómetros del trayecto se alarga, debido a las retenciones y atascos, por encima de la media hora. Un problema que da bastante que pensar sobre lo que pasará cuando el aluvión de visitantes de los meses estivales haga acto de presencia en dicha vía de conexión.

La jornada del jueves vino marcada por el renacer de la vida con la aparición de nuevos brotes verdes en los calcinados terrenos de ses Feixes y por la decisión de Rafa Ruiz, alcalde de Vila, de clausurar allí los negocios de dos de sus familiares por carecer de licencias de actividad.

El viernes nos despertamos con la puesta a punto de la playa de Talamanca y la apertura de varios hoteles de la zona para el inminente arranque de una nueva y prometedora temporada turística.

El sábado destacábamos los trabajos de reforestación en el islote de s’Espalmador que ha emprendido una brigada del Ibanat para la recuperación paisajística del entorno natural que se vio afectado por el lamentable incendio provocado del pasado verano. Asimismo, fue noticia de portada la decisión de Javier Verdugo, jefe de la Policía Local de Sant Antoni, de acudir a los juzgados para interponer una denuncia contra la concejala de Governació del municipio portmanyí, Aída Alcaraz, a la que acusa de la comisión de un presunto caso de acoso laboral contra su persona.