Con motivo de la reciente conmemoración del Día Internacional del Artesano, el Consell d’Eivissa y el Ayuntamiento de Sant Antoni organizaron durante toda la jornada de ayer una interesante actividad lúdica y recreativa, abierta a todos los públicos, relacionada con la paciente manufactura de los trabajos artesanales.

La actividad, que se desarrolló en el acogedor recinto del Espai Cultural de Sa Punta des Molí, en horario de 10.30 hasta las 19.30 horas, acogió a un buen número de curiosos y de visitantes que no desaprovecharon la ocasión para acercarse por las instalaciones del centro cultural para participar en alguno de los diferentes talleres prácticos que impartieron, de forma gratuita, una decena de artesanos de nuestra isla.

En este sentido, Olga Torres, de la sección de Industria del Consell d’Eivissa, explicó que «el objetivo de esta iniciativa es acercar el mundo de la artesanía al público en general». «Con esto lo que conseguimos es que la gente puede concienciarse de lo costoso que es realizar un verdadero trabajo de artesanía, del tiempo y del esfuerzo que hay que dedicarle para terminarlo y del valor que tenemos que darle a la artesanía que se hace en la isla», añadió Olga Torres.

Por su parte, Felisa Palacios, del departamento de Cultura del Ayuntamiento de Sant Antoni, indicó que «esta jornada europea de la artesanía es una iniciativa que nos parece bastante interesante y que ha coincidido, además, con la exposición que cada año solemos hacer con los trabajos que se efectúan en nuestro taller de restauración de muebles, que puede verse este fin de semana en la sala de muestras del Far de ses Coves Blanques, en horario de cinco a nueve de la noche».

Así, por segundo año consecutivo, al igual que ya lo hizo el pasado año en Ibiza, el Consell impulsó en Sant Antoni la celebración de esta jornada europea dedicada a la artesanía con el fin de que los ciudadanos puedan participar en dichos talleres y para que aprendieran a hacer pequeñas elaboraciones junto a los maestros artesanos que les guiaban.

Victoria Caminos, una de las artesanas participantes en la muestra nos comentó mientras impartía su taller de trabajos con cuero, que «a la gente le encanta estar aquí y poder hacer cosas por sí misma en estos talleres. Al ponerse a hacer un trabajo que parece bien sencillo, pero que tiene sus pequeñas dificultades, se dan cuenta de que realmente lleva su tiempo y que no es todo tan fácil como pensaban en un principio. Hoy en día se ha perdido mucho el contacto directo entre la persona que fabrica, la que vende y la que compra, y todo esto les ayuda para que se den cuenta del valor que, en general, hemos dejado de concederle a las cosas hechas artesanalmente».

Ana Piña, una vecina de la localidad que participaba en uno de los talleres junto a Gabriela, su hija de cinco años, destacó que «me parece estupendo que se hagan cosas así a las que también puedan acudir a participar los niños, para que se entretengan y para que puedan ser creativos haciendo cosas con sus propias manos, que es algo muy bonito porque te permite evadirte del estrés y escapar un rato de los problemas mientras mantienes tu mente concentrada haciendo estas manualidades de forma artesanal».