Desde el Ayuntamiento de Sant Antoni explicaron que se están haciendo las gestiones «oportunas» para contactar con los armadores (propietarios de las embarcaciones) que son quienes deben encargarse de su retirada.
Sin embargo, no queda muy claro quien tiene la potestad para retirar las embarcaciones. Mientras desde Emergencias dijeron que «los propietarios se tienen que poner en contacto con Capitanía Marítima y será esta quien de la autorización de retirada», el Consistorio señaló que «todo depende del protocolo que aplica la Dirección General de Emergencias».
Así, matizaron que «todo» debe pasar por ellos: la retirada del barco, la apertura de la playa, etc. «No se podrá hacer nada hasta que ellos lo autoricen», añadieron fuentes municipales.
Seguridad
De momento, es el personal del Consistorio quien se está encargando de retirar todos los residuos sólidos que con el temporal van llegando a la playa y celebran que las embarcaciones no hayan dejado ningún tipo de vertido en el agua, lo que supone que no haya que lamentar daños medioambientales.
Por su parte, Emergencias recordó que la «fase de emergencia» finalizó en el día de ayer y «ahora tenemos puesta la malla de contención que estará allí hasta que quiten las embarcaciones». Se trata de una medida de seguridad que atiende al protocolo ya que, recalcaron, «no hay vertidos ni nada parecido».
A todo esto se suma la vigilancia continua en la zona costera afectada. «Durante el día están los socorristas de la playa y hay preparado un dispositivo para que, durante la noche, vaya pasando la Policía Local para controlar la playa», especificaron desde Sant Antoni. Además, todos los accesos a Es Caló des Moro están cortados y se ha señalizado, en diferentes puntos, la prohibición de paso a la playa.
Sin embargo, el casco calcinado del yate ‘Harmonya’, de 25 metros de eslora, amaneció ayer con un grafiti en uno de sus laterales. «Parece ser que ha habido gente que no ha sabido valorar el riesgo que suponía acercarse a esa embarcación después de que estuviese muchas horas ardiendo y después del gasoil y aceites que pueda contener», señaló Aída Alcaraz, concejala de Gobernación.
«Se estuvieron haciendo rondas durante toda la noche por parte de la Policía Local para controlar que nadie se acercara, pero eso está pintado desde la zona de aguas», añadió.
Pérdidas en los negocios
La expectación que provocó el hecho de que dos embarcaciones fueran pasto de las llamas el pasado lunes hizo que numerosos vecinos y turistas del municipio se acercaran a fotografiar el escenario. Un escenario que, a juicio de los dos socorristas que se encontraban ayer en la playa, durará «mínimo» una semana o semana y media. «Tienen que ponerse de acuerdo muchas partes para la retirada de las embarcaciones», explicaron.
Esta situación que mantiene cerrada la playa de Es Caló del Moro afecta directamente a los establecimientos de restauración del paseo. Es el caso de la Heladería Miu quien aseguró que el lunes no pudo abrir sus puertas. «La gente al no poder sentarse a disfrutar de la playa no viene y el lunes no pudimos abrir con lo que eso supone».
Los empresarios no olvidan que están en plena temporada alta en un municipio que prácticamente vive del turismo. En este sentido, muchos acusan al Ayuntamiento de no informarles de la situación que vive la zona, menos aún cuando son ellos los negocios afectados.
«El lunes por la mañana no pudimos abrir la terraza y cuando se fue el humo por la tarde se acercó gente, pero nada que ver con otros días», añadieron desde el Restaurante Golden Buddha. De hecho, especificaron que al contrario que habitualmente, las personas que se acercan a la playa ya no lo hacen para ver el atardecer, sino para fotografiar las embarcaciones calcinadas.
Hasta el momento lo único que se sabe a ciencia cierta es que la playa seguirá cerrada por motivos de seguridad sin saber aún cuándo se retirarán las dos embarcaciones calcinadas.
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