El Ayuntamiento de Vila señalizó y delimitó el pasado jueves la parada ante los juzgados, pero la zona sigue acotada provisionalmente por unas vallas.

La parada de autobuses señalizada por el Ayuntamiento de Eivissa ante la entrada de los juzgados de Isidor Macabich sigue siendo motivo de discordia y motivó ayer un encuentro entre varias de las partes implicadas, ya que su ubicación no es del agrado de todos los estamentos implicados y dificulta la operatividad en la sede judicial.

Al encuentro con los responsables de Vila acudieron el juez decano de Ibiza, Juan Carlos Torres, el director insular de la Administración General del Estado en Ibiza y Formentera, Ramón Roca, el comisario jefe del Cuerpo Nacional de Policía en Ibiza, Manuel Hernández, y el jefe de la Compañía de la Guardia Civil de Ibiza y Formentera, el comandante Enrique Gómez.

Según las fuentes consultadas, durante el encuentro se analizó la localización de la parada delimitada en la avenida Isidor Macabich en el tramo comprendido entre las esquinas de Ignasi Wallis y la calle Madrid.

El pasado jueves, operarios municipales procedieron a la señalización de la parada de bus que sorprendió a los usuarios y trabajadores de la sede judicial. Desde el Ayuntamiento alegaron que las señalización horizontal y vertical de las paradas «estaban pactadas con las autoridades judiciales y el Consell», así como que estaban «ligadas a la apertura del Cetis».

Asimismo, Vila recordaba que días antes se había habilitado y señalizado un espacio en el aparcamiento anexo a los juzgados.

Reuniones y cambios

No obstante, la ubicación de una parada de autobuses de línea ante el acceso a calabozos de los juzgados de Ibiza y la falta de un espacio reservado para el servicio de guardia judicial era criticado desde los juzgados. El viernes, parte de la controversia se redirigió al reservar para el retén de guardia un tramo de la zona delimitada. Posteriormente se ampliaba el espacio con la retirada de una hilera de contenedores localizada a la altura de la calle Madrid.

Pero la controversia sigue latente ya que la señal vertical de la parada de bus, aunque está tapada con una bolsa, sigue presente junto a la entrada del edificio judicial. Las nuevas localizaciones pueden obstaculizar el traslado de detenidos.

Según las fuentes consultadas, ese tramo de la parada sólo se ocupará cuando los autobuses no tengan espacio en la parada ya existente y señalizada unos metros más adelante. Asimismo, recuerdan que en el horizonte está el traslado a la nueve sede judicial.

Otros implicados subrayan que aunque los plazos de los nuevos juzgados se han reducido todavía no está clara su concreción. La cuestión sigue sobre la mesa y se trasladará un escrito al Consell para informar sobre la situación.