Díaz atendió al Periódico de Ibiza y Formentera en su despacho en la sede del Consell. | DANIEL ESPINOSA

Marta Díaz Pascual es una de las caras más conocidas del equipo de gobierno del Consell d’Eivissa. La vicepresidenta segunda de la institución nació en Barcelona pero reside en Ibiza desde 1992. Licenciada en Derecho, entre 1994 y 2002 se dedicó a la judicatura y pasó por los diferentes juzgados de primera instancia, instrucción, penal y social de la isla de Ibiza. Después consiguió plaza en el Consell d’Eivissa, fue directora general de Justicia en el último Govern de Francesc Antich y pretende repetir en el gobierno insular después de las próximas elecciones de mayo de 2019.

Los últimos plenos en el Consell d’Eivissa han sido prácticamente de puro trámite. ¿Se le está haciendo larga la legislatura al equipo de gobierno?
—No, se están aprobando cosas y el acuerdo del Cetis del pasado jueves creo que es histórico. A mí se me está haciendo muy corta y me acuerdo que la primera entrevista que me hicieron fuiste tú, en Sa Cadira, y parece que fue ayer. Se están haciendo muchas cosas, alguna de tanto calado que los trámites cuestan más de lo que uno querría. Y lo digo yo, que soy funcionaria.

Pero la oposición habla de parálisis en el Consell y en el pleno se dio cuenta de que a finales de octubre la ejecución presupuestaria era del 34 %.
—El conseller de Economia dijo en el pleno que si no llega a ser por el remanente de tesorería la ejecución sería mucho más elevada. A finales de año la ejecución será mucho más alta porque ahora es cuando se pagan, por ejemplo, los expedientes de subvenciones. Pero es una ejecución que si miras otras legislaturas es muy parecida.

¿No está paralizado el Consell, entonces?
—No, para nada. Estaba paralizado en la anterior legislatura y prueba de ello es Recursos Humanos: nosotros nos encontramos cien y pico funcionarios menos que en la legislatura de Xico Tarrés y esto se nota mucho en el funcionamiento de la institución. En el tiempo que llevamos hemos hecho más de 90 bolsines, mientras que en la anterior legislatura no se hizo ninguno. Se han hecho cuatro ofertas públicas de empleo y oposiciones a bomberos, técnicos de la administración general, auxiliares administrativos y trabajadores sociales, que no se hacían desde 2008. Nosotros no hemos parado de hacer cosas. En turismo hemos conseguido alargar la temporada, una cosa de la que siempre se hablaba y nunca se conseguía: los turistas han venido antes y se han ido más tarde, y también ha habido un ligero descenso en julio y agosto. También hemos contribuido al cambio del emisario de Talamanca, hemos hecho las obras del Recinto Ferial con fondos estatutarios y las del hipódromo, que ya han empezado y acabaremos esta legislatura. En sa Coma, otro de los grandes proyectos, se está rehabilitando el edificio para la UME y también irán la Escola d’Hosteleria y la Escola Oficial d’Idiomes, que tienen procesos largos y que nosotros hemos empezado.

Otros proyectos que han anunciado pero que no acaban de arrancar son el centro de baja exigencia de es Gorg, la cartera de servicios sociales o la compra de viviendas por valor de 7 millones de euros. ¿Esto no es gobernar a golpe de titular?
—No, en el gobierno anterior Vicent Serra era famoso por querer salir siempre en la foto y Vicent Torres es mucho más discreto. Como digo, son proyectos ambiciosos. Es Gorg está en marcha el expediente y en cuanto a las viviendas nosotros no tenemos la competencia y hemos conseguido que el Parlament modificara la ley para hacerlo posible. Hay otras cosas que están a punto: estamos esperando que Madrid nos diga día y hora para firmar el protocolo para las viviendas de al lado de la comisaría de Policía. Vicent Torres se enteró de que había estos terrenos, le envió una carta al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y será una realidad. Serán 120 viviendas, de las que una cuarta parte serán para funcionarios del Ministerio del Interior y el resto, para trabajadores en régimen del alquiler. Todo esto lleva mucho trabajo detrás y en una legislatura se empiezan muchas cosas que para terminarlas son necesarias dos.

¿Cree que han cumplido con los objetivos que se marcaron y con las expectativas que se crearon al inicio de la legislatura?
—A uno siempre le gustaría hacer muchas más cosas pero nuestro programa electoral, que era ambicioso, si ha cumplido bastante.

Hace unas semanas publicamos unos sondeos del IBES que daban la posibilidad a la derecha de volver a gobernar el Consell d’Eivissa. ¿Están preocupados por estas encuestas?
—Jordi Pujol decía que un mes en política era una eternidad. Las encuestas las consideramos, porque son un toque de atención, pero tenemos que seguir trabajando porque algunos de los proyectos se acabarán y podremos darle la vuelta a la encuesta. También había otras posibilidades de pacto por lo que podríamos repetir. Además, Vicent Torres es el presidente mejor valorado de Baleares y es una muy buena baza. Y no lo digo ahora sino que antes de que fuera presidente yo siempre defendí en mi partido que tenía el carácter perfecto para ser presidente. Y gobernando ya lo ha demostrado. Vicent Torres es una persona moderada y muy sensata y también tiene mucho valor que haya mantenido este pacto de gobierno. Sé que cuando empezamos, los mismos periodistas no dabais ni un euro por nosotros y estamos acabando la legislatura y el pacto se ha mantenido con nuestros más y nuestros menos. Pero esto pasa cuando vas en pacto y cuando gobiernas en solitario porque en la legislatura pasada las bregas de Vicent Serra y Pepa Costa fueron famosas. Nosotros nos hemos mantenido fuertes y estables gracias al presidente.

Si el PSOE hubiera podido gobernar en solitario, ¿habrían podido llevar a cabo más proyectos?
—No creo que el gobernar en pacto haya retrasado cosas aunque es cierto que con un gobierno monocolor las cosas son más fáciles, no lo negaré. Nosotros hemos hecho un grupo cohesionado y si alguna cosa no ha salido es porque está encarrilada.

Ahora tienen un conseller en el equipo de gobierno, Miquel Vericad, que sólo viene a los plenos a levantar la mano. ¿No sería mejor un conseller ejecutivo?
—En esta caso el conseller Gonzalo Juan tiene mucha capacidad de trabajo y está siendo un muy buen conseller de Medi Ambient. Él ha desatascado la planta de triaje de Ca na Putxa, en el servicio de extinción de incendios cuando llegamos había una plantilla paupérrima. Había 38 bomberos porque habían quitado dos plazas y nosotros, aparte de dotar estas dos plazas hemos ampliado la plantilla en diez efectivos cada año, hemos hecho oposiciones para consolidar la plantilla y se ha dotado de más material. Nosotros tenemos una empresa pública, que es Fecoev, que en la legislatura pasada tenía un gerente que cobraba 60.000 euros anuales. Nosotros no tenemos gerente y, además, ha tenido beneficios, cosa que no había pasado nunca y esto es mérito de Gonzalo Juan, que es el vicepresidente de Fecoev. Un conseller en la anterior legislatura me dijo que Fecoev había que tenerla como un tema social y yo le dije que la convertiríamos en rentable, y lo hemos conseguido.

Además de ser vicepresidenta también es consellera de Comerç y no hay semana en la que sea noticia la desaparición de un comercio tradicional. ¿Es inevitable o la Administración puede hacer algo más?
—Con los comerciantes me llevo muy bien pero es prácticamente inevitable. Siempre que me han propuesto campañas las hemos llevado a cabo, también hemos puesto en marcha la Línea 50, que va desde es Gorg hasta el puerto y que cuesta 300.000 euros al año. Cuando me reúno con ellos les digo que tienen que innovar porque el pequeño comercio ha cambiado. Mucha gente compra por internet, hay muchos vuelos low-cost que vienen con maletas de mano y no pueden hacer grandes compras y también muchos comercios cierran porque no hay relevo generacional. Son varios factores que llevan al cierre de negocios tradicionales. Nosotros hemos invertido en formación y hemos organizado varios cursos, en el que se insiste en que el pequeño comercio se tiene que renovar, montar escaparates más atractivos y, por ejemplo, en La Sirena envían las compras a domicilio a los turistas que no pueden llevárselas en avión. El pequeño comercio no sólo está desapareciendo aquí sino que es un fenómeno global.

El comercio local está en horas bajas pero la industria de la moda Adlib está en boca de mucha gente. ¿Ha sido su gran apuesta esta legislatura?
—Ha sido una de las apuestas. Quizá es la parte más visible pero también soy consellera de Interior y de Recursos Humanos, departamentos en los que hemos trabajado mucho. En Comerç hemos hechos muchas campañas y en Indústria, además de la moda también tengo Energia y hemos puesto placas solares en los edificios insulares y hemos puesto 33 puntos de carga de vehículos eléctricos en toda la isla cuando antes no había ninguno. Desde que llegué a la isla en 1992 la Moda Adlib siempre me ha gustado y creo que en la isla tiene que haber industrias alternativas al turismo. La Moda Adlib es una moda con sello propio. Aníbal Laguna me dijo que Adlib era la única moda con denominación de origen que había creado estilo. Nosotros hemos ampliado el concepto y hemos integrado la artesanía tradicional en la Moda Adlib, ya no se entiende un desfile Adlib sin Espardenyes Torres, Senallons Miró o los complementos de Elisa Pomar, a quien por séptimo año consecutivo Dolce&Gabbana van a su tienda a comprarle joyas y las lucen en sus desfiles, la última en la Semana de Nueva York. También hemos creado un concepto nuevo, el Natural Adlib, que ha tenido mucho éxito porque todo lo sostenible está ahora en auge. Lorenzo Caprile se quedó alucinado al saber que todo esto se haga en la isla y me dijo que me sintiera orgullosa por lo que hacemos aquí y que diría en todas sus entrevistas que aprendieran de Ibiza y pusieran la moda en los departamentos de industria. También te digo que esta semana vinieron a grabar a Ibiza un programa de Maestros de la Costura dedicado a la Moda Adlib. Tendrá una visibilidad brutal porque en su primera temporada tuvo una audiencia media de 1,8 millones de espectadores.

¿Hay relevo en la Moda Adlib? ¿Los jóvenes se interesan?
—Sí. Por ejemplo, Monika Maxim es heredera de Lluís Ferrer, que se jubiló. También están Ariadna Ferrer, de K de Kose–Kose, la ropa interior de Trinidades o el mismo Tony Bonet, que lleva muchos años pero es muy joven. También hay gente joven que sale del Futur Adlib como Alfonso Sánchez, la mallorquina Patricia Perales o los dos chicos de Vintage Ibiza, Virginia Wald o Catalina Kim de Ibiza Stones. También está Maria, de Estrivancus, una joven de Santa Eulària que se puso en contacto conmigo a través de Messenger, me vino a ver y le dije que por supuesto que podría participar. Desfilará en el Natural Adlib porque forma parte de un grupo de moda sostenible de toda España ya que hace las espardenyes con tintes naturales. Esta legislatura hemos fomentado mucho la artesanía tradicional y hemos otorgado alrededor de cien cartas de artesano, que desde 1999 no se había entregado ninguna pese a tener nosotros las competencias. Y como primicia te puedo contar que el 9 de enero iremos a una feria en Utrecht y llevaremos la artesanía tradicional porque me lo pidieron desde la Colla de sa Bodega, en la que hay una artesana holandesa. La gente de fuera alucina cuando les enseñamos nuestra artesanía.

Déjeme preguntarle por su futuro. ¿La veremos en el Consell la próxima legislatura como política o como funcionaria?
—Esto lo tendrá que decidir el secretario general pero si cuentan conmigo estaré contenta de seguir. Siempre digo que soy una freaky de la política porque cuando era pequeña veía con mi padre los debates parlamentarios que echaban en La2. Felipe González era mi amor platónico pero también me gustaba escuchar a Suárez, Fraga Iribarne o Carrillo. Estaré donde diga el partido.

Para muchos fue una sorpresa que no siguiera como número 2 de la FSE después del último congreso.
—Fue por tema de tiempo. Cuando estás en primera línea política llevar la Secretaría de Organización es muy difícil. Soy la única consellera que no tiene directores insulares y no porque no tenga áreas que gestionar. Dedico muchas horas al día a mi trabajo y tengo poca vida personal, lo que hizo que no pudiera dedicarle todo el tiempo que necesitaba al partido.

¿Le llaman la atención otros puestos como el Parlament o el Congreso?
—A mí me gustan los parlamentos porque me gusta legislar, soy jurista. Yo en un principio no quería ir al Consell porque soy funcionaria de la institución y Vicent Torres me venía cada día a decirme que no tenía número 2 y venían dos compañeras a decirme que yo conocía bien el Consell y que me animara. El que sea de la casa, que me lleve bien con el interventor y el secretario quizá facilita que las tramitaciones vayan más rápidas. Sí que me gustaría estar en algún órgano legislativo pero también es verdad que en las instituciones se tienen que estar dos legislaturas para acabar los proyectos que uno comienza. Pero también digo que sólo dos, la gente no se tiene que eternizar en el mismo lugar y con el ritmo que se lleva aquí no me imagino más de dos legislaturas.

Por cierto, el interventor se jubila.
—Me da mucha pena, y él lo sabe. Podría haberse jubilado anticipadamente hace dos años pero le pedí que se quedara esta legislatura. Antes de las últimas elecciones me dijo que si ganábamos él se quedaría toda la legislatura, y así lo ha hecho. Le tengo que agradecer su trabajo porque es muy injusto que se diga que las cosas no salen porque las paraliza Intervención o Tesorería. Ellos son los que tienen que fiscalizar y que los expedientes estén bien tramitados. Le tengo que agradecer que nos haya ayudado tanto en expedientes espinosos, como el del último pleno del Cetis. Desde aquí agradezco públicamente a Francisco Gómez Guadalajara su trabajo porque es un gran funcionario. Me da mucha pena que se vaya.