Miembros del Consell de Eivissa, del Ayuntamiento de Sant Joan y el de Santa Eulària recorrieron ayer una parte del camino. | MARCELO SASTRE

Con la construcción de las carreteras, muchos de los antiguos caminos que se utilizaban en Eivissa para ir de un punto a otro de la isla se fueron deteriorando por el abandono y la falta de quien los recorriera. El antiguo camino de Sant Joan de Labritja, que servía para ir desde este municipio hasta Vila, era uno de esos. Sin embargo ya se puede recorrer a pie o en bici tras la finalización de las obras de mejora y señalización de esta vía a cargo del Consell Insular de Eivissa.

El Sendero Turístico de Labritja tiene un recorrido de 16,2 kilómetros que van desde Sant Joan hasta la bifurcación dels caçadors, entre las carreteras de Sant Joan y Santa Eulària.
Recupera tramos del antiguo camino de Labritja, de acuerdo a lo que indica el historiador Antoni Ferrer de Abárzuza, colaborador en el proyecto. A lo largo del camino se han señalizado una treintena de elementos patrimoniales, entre los que hay una docena norias de los siglos XIX y XX, puentes, molinos, pozos o acequias. El objetivo es convertir esta ruta en un atractivo para senderistas y cicloturistas, y dar a conocer el patrimonio etnológico del interior de la isla.

Además de las labores de señalización de los puntos de interés, se ha realizado una actuación de mejora de los tramos de tierra que conforman 7,5 kilómentros del recorrido. La técnica utilizada ha sido la de estabilización de tierras, la mezcla de cal o cemento con tierra que posteriormente se compacta. Esta técnica permite que el suelo tenga ocho veces más resistencia que el original.

Durante la visita ayer a un tramo del sendero, el presidente del Consell, Vicent Torres, el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, y la teniente de alcalde de Santa Eulària, Antonia Picó, firmaron el acta de cesión para que a partir de ahora sean los ayuntamientos de los dos municipios que recorre la senda los que se hagan cargo de su mantenimiento.

El alcalde de Sant Joan destacó del camino que se pueda «dar a conocer aquellos elementos que menos se conocen de Eivissa, que es la zona interior. Ha llegado el momento de darlo a conocer».

El presupuesto destinado al proyecto ha sido de 296.071 euros, gestionados por la empresa de transformación agraria Tragsa.

Los trabajos han incluido las labores de desbroce del puente de Can Font, que atraviesa el rio de Santa Eulària y ya fue restaurado en 2014 pero estaba casi completamente oculto entre la maleza.

«El camino tiene la particularidad que para subir de Vila a Sant Joan, dado que son unos 90 o 100 metros de desnivel, sube por la parte más llana que era junto al torrente», detalló la técnica del Consell Irene Jaume.

La ruta combina esos caminos rurales con algún tramo de carretera. En los puntos señalizados se incluyen códigos QR que dan acceso a información extensa respecto al patrimonio al que hacen referencia.