Mauricio Blanco, Carlos González y Cristian García antes de embarcarse ayer rumbo a Dénia para entregar los zapatos en el Sáhara. | DANIEL ESPINOSA

Ayer arrancó el viaje solidario de tres moteros ibicencos, Mauricio Blanco, Carlos González y Cristian García, con el objetivo de repartir 580 pares de zapatos entre los niños del Sáhara.

Estos tres amigos aficionados a las motos partieron ayer al mediodía rumbo a Dénia para después pilotar hasta Almería y, desde allí, coger un ferri hasta Melilla con el objetivo de cruzar la frontera y conducir hasta el pueblo marroquí de Merzouga, donde esperan llegar mañana o el lunes.

Además de los casi 600 pares de zapatos, los moteros ibicencos también llevan seis balones de fútbol que dejarán en una escuela para que después se repartan entre los niños del Sáhara. «Estamos encantados con la solidaridad de la gente de Ibiza y Formentera; que se ha volcado muchísimo y nos ha apoyado en todo», aseguraba ayer Cristian García antes de dirigirse al puerto de Ibiza.

El objetivo de los moteros solidarios era repartir 400 pares de zapatos pero la respuesta del pueblo pitiuso a su llamada ha sido de tal magnitud que han conseguido reunir casi el doble. «Hemos sacrificado material nuestro para que pudieran caber más pares de zapatillas», señalaba García.

Cuando vuelvan de África, sobre el 10 de marzo y después de recorrer casi 4.000 kilómetros, pensarán qué hacer con los pares que no han cabido en sus mochilas.