Alfonso Molina celebra la victoria socialista en Vila junto a Rafa Ruiz, Montse García, Pilar Costa y Rosa Rubio. | DANIEL ESPINOSA

Tras poco más de un año en el ostracismo, Alfonso Molina vuelve a ser una de las piezas importantes en el PSOE de Ibiza. El exteniente de alcalde de la ciudad de Eivissa forma parte de la terna de personas del partido encargadas de las negociaciones con Podemos para la investidura de Rafa Ruiz como alcalde de Vila y la conformación de un equipo de gobierno progresista en la próxima legislatura. «El PSOE tiene un valor importante en la persona de Alfonso Molina, que tiene una cabeza privilegiada, que demostró una gestión impoluta en el Ayuntamiento y es un compañero a tener en cuenta». Así se expresó la semana pasada el alcalde en funciones de Eivissa, Rafa Ruiz, acerca del exteniente de alcalde dimitido en mayo de 2018 por unas presuntas irregularidades a la hora de cobrar subvenciones europeas para cursos de formación a desempleados. Molina, acorralado por el escándalo, dimitió entonces de sus cargos en el Ayuntamiento de Vila y en la Federació Socialista d’Eivissa (FSE).

Sin embargo, y después de ‘desaparecer’ durante los meses posteriores a su dimisión, Alfonso Molina se dejó ver en las carpas electorales que el PSOE ha montado en las elecciones generales y locales. Además, Rafa Ruiz no descartó darle un cargo de confianza en la próxima legislatura y confirmó que Molina «ha sido de las cabezas visibles que han dirigido la campaña, siempre ha estado y sigue estando a nuestro lado, es un hombre de mi máxima confianza, mi amigo y mi compañero».

Al ser preguntados por la situación de Molina en el partido y las razones por las que se le ha otorgado la responsabilidad de negociar el futuro pacto de gobierno de la ciudad de Eivissa, desde la FSE aseguraron ayer que «es un afiliado que continúa estando a disposición del partido. Sin nada más que decir».

Alfonso Molina tampoco quiso aclarar su situación cuando fue contactado telefónicamente por este medio y excusó responder las preguntas asegurando que «estoy ocupado en estos momentos». Se desconoce, por lo tanto, si el exteniente de alcalde de Vila ya ha devuelto los 27.133,14 euros que el SOIB le reclamaba por haberse servido de un entramado societario para incrementar los costes de unos cursos de formación de manera ficticia y beneficiarse de unas subvenciones concedidas en 2009, 2010 y 2011.

Por su parte, el concejal electo de Podemos en Vila, Aitor Morrás, que lleva varios días junto con otros compañeros negociando con Molina un futuro acuerdo de legislatura, no pone ninguna pega a negociar con el socialista: «Es el PSOE el que tiene que considerarlo un interlocutor válido. Él dimitió y si el PSOE lo pone es cosa suya».

EL APUNTE

La FSE y el alcalde apoyaron en todo momento a Alfonso Molina

Molina, en su comunicado de renuncia, aseguró sentirse víctima de una campaña «absolutamente injusta» e insistió en atribuir el informe del SOIB a un «cambio interpretativo de la normativa que regula la justificación económica de las subvenciones». Entonces Rafa Ruiz lamentó «la marcha de un excelente gestor y compañero» en un comunicado. En la nota se aseguró que la renuncia de Molina se debía a que «el cuestionamiento público de su vida profesional se ha convertido en un problema para seguir ejerciendo su actividad política como teniente de alcalde y concejal de Hacienda».

«El alcalde de Eivissa, Rafa Ruiz, quiere lamentar públicamente la marcha de Molina, al que considera ‘no sólo una persona íntegra y honrada sino un gran compañero y gestor, que durante tres años ha hecho un trabajo impecable, insuperable, el frente de sus áreas y ayudando al resto de compañeros».

Durante la última noche electoral, Molina fue el encargado de procesar los datos de las diferentes mesas en el Ayuntamiento de Eivissa y el responsable de dar la voz de alarma al detectar que los resultados oficiales no coincidían con los ofrecidos por el Ministerio del Interior.