El presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, y la vicepresidenta y titular de Cultura, Sara Ramón, entregaron los galardones. | Marcelo Sastre

La entrega de los Premis Vuit d’Agost tuvo lugar ayer en la sala de plenos del Consell d’Eivissa. En el acto estuvieron presentes el presidente del Consell, Vicent Marí, y la vicepresidenta y consellera de Cultura, Educació i Patrimoni, Sara Ramón, entre otras autoridades.

Los galardonados, que recibieron los diplomas en reconocimiento a sus trabajos, fueron premiados con 2.500 euros salvo en la categoría de investigación, a cuyo vencedor se le retribuye con un premio de 5.000 euros, además de la publicación del trabajo. En este caso, el ganador fue Antoni Marí por un estudio titulado Sa Cala. De carreranys a carreteres. Precisamente, Marí ya recibió en 2014 la distinción de los premios Vuit d’agost por un trabajo sobre el acceso por mar a la Cala de Sant Vicent.

El resto de participantes premiados fueron Diana Bustamante en el apartado de pintura, Laura Julve dentro de la categoría de artesanía de barro e Inés Soler y Lucie Moyckova, ganadoras ex aequo en la categoría de fotografía amateur, por lo que han recibido cada una 1.250 euros de premio. La categoría restante, diseño gráfico, fue declarada desierta por el jurado al considerar que ninguno de los trabajos presentados alcanza el nivel requerido.

En el acto intervino primero la consellera de Cultura, Sara Ramón, quien destacó la longevidad de los premios Vuit d’agost, creados en 1997 por Joan Marí Tur Botja. A continuación cedió el paso a Joan Albert Ribas, técnico del departamento de cultura que participó como secretario en el jurado. Ribas expuso los aspectos que han hecho merecedores de la distinción a los trabajos, a modo de introducción a la entrega de los diplomas por separado. En su intervención, Vicent Marí felicitó a los galardonados y describió Ibiza como «una tierra inspiradora», además de celebrar que la isla sea el «hilo de unión y de cohesión» de las obras. Finalmente, los galardonados posaron con sus diplomas junto a Vicent Marí y Sara Ramón.

Antoni Marí, ganador en la categoría de Investigación, declaró a Periódico de Ibiza y Formentera su «gran satisfacción» por ver reconocido un trabajo que ha estado elaborando «durante 5 o 6 años», y puso en valor haber aportado documentación sobre un pueblo -Sant Vicent - que «es muy pequeño y ha estado aislado durante mucho tiempo, pero que tiene una larga historia». La obra explica la transición del aislamiento de Sa Cala, comunicada únicamente por carreranys hasta las construcción de las «carreteras actuales de Sant Joan y Sant Carles». Marí explica que a la hora de confeccionar su trabajo prefiere «el testimonio oral de la gente mayor del pueblo», el cual refuerza con documentación.
Des de la Mar, de Diana Bustamante, obra premiada en la categoría de Pintura, presenta una visión de la «fachada marítima de la isla de Ibiza» que abarca desde Dalt Vila hasta el faro de Botafoch. El trabajo está compuesto por pintura acrílica y collage, lo que en palabras de su autora constituye una «técnica abstracto-figurativa que deja entrever el motivo de la obra pero también deja en manos de la imaginacion del espectador la visualización» de la icónica estampa del puerto de Vila.

Por su parte, Laura Julve, creadora de la escultura Nius, detalla que el material empleado es arcilla chamotada blanca, negra y gris cocida en un horno eléctrico a una temperatura de 1.235 grados. El organicismo de Nius «imita las formas de la naturaleza en una obra inspirada en las formaciones rocosas y los nidos que hacen las aves en los acantilados o en cualquier material rocoso».

Las selecciones fotográficas de tres imágenes Cultivo tradicional, el camí des Broll, de Inés Soler y Eivissa Rural, de Lucie Moyckova, pretenden capturar para la memoria aspectos de la sociedad tradicional ibicenca. En el caso del trabajo de Soler, ha querido mostrar las técnicas de cultivo tradicionales a partir de la muestra de la labor de los campesinos de Can Raconada. A través de su observación, Soler valora haber adquirido conciencia de «lo que se tarda en cultivar un campo de patatas y de lo que valen las cosas al final». En Eivissa Rural Moyckova se centra en el retrato de la tradicional casa payesa. Asegura que le ha «cautivado la textura de las casas, que se acoplan perfectamente a su ambiente».