J.J.MONERRI La Audiencia Provincial ha condenado a un pena de siete años y medio de cárcel al holandés que el pasado verano cayó en una trampa que la Guardia Civil urdió con el concurso de un detenido y que sirvió para intervenirle al acusado un alijo de 1.042 éxtasis nada más llegar al aeropuerto de Eivissa. Esta decisión deja fuera la solicitud de absolución que pidió la defensa al calificar lo ocurrido como un «delito provocado».

El tribunal considera que la Guardia Civil actuó correctamente cuando se sirvió de Andrew Sinclair -detenido en los calabozos tras haberle sido aprehendidos 459 éxtasis- para que contactara telefónicamente con Constantin J.N. Swiebel, la persona que supuestamente le había suministrado la droga. De las conversaciones que ambos mantuvieron , la Benemérita pudo conocer el día exacto de la llegada de éste a la isla «con algo bueno», un dato que la Guardia Civil interpretó como un nuevo alijo que iba a intentar ser introducido en Eivissa.

La Sala, pese a su decisión, ha entendido que Constantin J.N. Swiebel no es merecedor de cumplir los once años de cárcel que pedía el ministerio público para su causa. En este sentido, denota que no existe un informe pericial que acredite la pureza del MDMA sobre el peso global de la droga intervenida, hecho que impide apreciar un agravante por estas circunstancias.