EFE-MAO Los cuatro ocupantes de una avioneta «Piper PA 28-140», matrícula EC-CTN y propiedad del Real Aeroclub de Mahón, que se estrelló el viernes por la tarde en Menorca sólo sufren lesiones y contusiones de escasa importancia. Según explicó ayer el presidente del Aeroclub, Antonio Pons Villalonga, que pilotaba la aeronave, el suceso se registró por un fallo mecánico tras despegar.

Pons Villalonga indicó que el motor de la avioneta no alcanzó las revoluciones necesarias para garantizar la potencia y la estabilidad y que, al constatar que iba a colisionar con un tendido eléctrico de alta tensión en la zona de Uestrà (Sant Lluís), intentó virar a la derecha, momento en que el aparato se desplomó. Fue el momento de mayor peligro dado que la avioneta llevaba los tanques llenos de combustible y existía el peligro de una explosión, lo que no ocurrió.

El piloto utilizó el extintor para romper los vidrios de la cabina y así salir del aparato siniestrado. Los cuatro ocupantes se trasladaron a pie hasta el núcleo urbano de Sant Lluís, situado a unos 500 metros de distancia de donde se habían estrellado.