Las tareas de extinción por parte de los bomberos se desarrollaron durante todo el día de ayer. FOTO: GERMÁN G. LAMA.

Los montes de Cala Xarraca vivieron ayer una jornada trágica. Un incendio declarado en la zona conocida como es Portitxolet calcinó cerca de cinco hectáreas de pinar y matorrales, según las primeras estimaciones realizadas desde el Parque Insular de Bomberos de Eivissa a última hora de ayer. Las primeras investigaciones apuntan que el fuego pudo originarse por la negligencia de unos vecinos, que llevaron a cabo una torrada sin controlar las brasas que provocaron.

La alarma llegó al Parque Insular a las 12'37 horas de la mañana. En ese mismo momento el avión Dromader con base en Eivissa se elevaba para dirigirse a la zona. Los bomberos de Eivissa desplegaron un operativo que incluyó cuatro vehículos, a los que se sumó uno del Institut Balear de la Naturalesa (Ibanat). La orografía del terreno, con fuertes pendientes, hizo esperar lo peor a los efectivos pitiusos, por lo que minutos después eran alertados el hidroavión Canadair, con base en Pollença, y seis miembros de la unidad aerotransportada del Ibanat, que llegó a Eivissa a bordo de un helicóptero poco después de las dos de la tarde. Asimismo, desde Palma también se desplazó un avión de control que coordinó la actuación de los aparatos desde el aire.

Una vez estuvo este último equipo en tierra, el helicóptero, equipado con un dumper de 500 litros de capacidad, se sumó a las tareas de extinción, recargando en piscinas y albercas de las casas situadas en las proximidades del incendio. Igualmente, los camiones de bomberos también recargaron en pozos de la zona y recibieron la ayuda de un camión cuba de la empresa Herbusa.

Sobre las ocho de la tarde, con los frentes del incendio controlados, el hidroavión y el helicóptero regresaron a sus bases. El avión Dromader sufrió el pinchazo de una rueda durante la tarde, por lo que su participación no pudo ser todo lo efectiva que hubiera sido de desear.