La defensa de un caso de robo que vio ayer la Audiencia Provincial pidió «permiso» al tribunal para presentar una querella por falso testimonio contra un vecino de Santa Eulària cuya denuncia puede suponer una pena de tres años y medio de cárcel para un joven de esta localidad. Según la tesis de la defensa, la denuncia -«una fábula», según sus palabras- fue presentada para ocultar un «comportamiento incorrecto» y justificar que el denunciante no se hallaba en su casa en la madrugada del 26 de julio de 1998.

El proceso, que motivó el paso por Comisaría del sospechoso, se inició después de que el denunciante asegurara en las dependencias policiales que dicha persona, con antecedentes policiales y a la que conocía de vista de un bar, fue la misma a la que sorprendió tras despertarse en un apartamento alquilado de es Viver donde pasaba la noche.

El ladrón logró huir con 6.000 pesetas y unas llaves, según este escrito. La acusación afirmó que pudo reconocerle tras verle la cara. La inspección realizada por la policía resultó negativa y no se encontraron huellas. Se supuso entonces que el ladrón habían entrado por el balcón.

En la vista, a preguntas del abogado de la defensa, el testigo reconoció que se hallaba en el apartamento con otra persona a la que no identificó cuando ocurrió el supuesto robo.

El letrado, tras ello y en su informe final, no sólo se limitó a hacer valer la presunción de inocencia sino que justificó la denuncia en un plan ideado por dicha persona para ocultar que había estado pasando la noche con otra persona.