J.J.MONERRI Un marinero de un pesquero se juega cuatro años y medio de cárcel después de que una prostituta y el supuesto proxeneta de ésta le denunciaran en Eivissa como presunto autor de un atraco a mano armada. El sospechoso negó ayer ante la Audiencia que cometiera cualquier robo y aseguró al tribunal que fue llevado a Comisaría tras ser herido y perseguido por ambos después de que la mujer, de la que desconocía su oficio, le pidiera dinero. Ninguno de los denunciantes compareció ayer en el juicio al no haber sido localizados.

El acusado explicó a la Sala que se vio en esta tesitura ahora, justo hace un año, tras salir de un bingo de Eivissa y conocer a una extranjera. Tras yacer con ella en un apartamento, la mujer, descubierta registrándole los pantalones, le pidió un pago sin que él conociera de antemano que se había acostado con una profesional, según su versión de los acontecimientos.

Sin dinero -siempre según este testimonio- intentó huir, momento en que le franqueó la puerta un hombre. El marinero relató que entonces fue golpeado y que tras verse «atrapado en una difícil situación» se vio obligado a saca una navaja que sólo empleaba para cortar redes.

La policía, tal y como resaltó en la vista su abogado defensor, no le encontró ningún dinero tras su arresto, pero sí se incautó de un pequeña navaja en una cabina cercana al lugar donde un guardia civil retuvo al «cliente», a la prostituta y al proxeneta.

La defensa también hizo hincapié en que el sospechoso, sin antecedentes penales, ha mantenido su testimonio en todas las declaraciones.