Los dos trenes chocaron frontalmente en una zona boscosa de difícil acceso.

El ministro noruego de Transportes anunció ayer el resultado final de las investigaciones que se han llevado a cabo acerca de la colisión que tuvo lugar en aquel país hace pocos días entre dos trenes. Según el ministro, la colisión se produjo debido a un error humano, ya que uno de los conductores se saltó un semáforo en rojo momentos antes del impacto.

De este modo los investigadores eliminan cualquier posibilidad de error técnico en el dramático suceso que conmocionó a la sociedad noruega el martes de la pasada semana. Un rotativo de aquel país llegó incluso a insinuar que la brutal colisión pudo ser debida al temido «efecto 2000», información que los responsables de la red ferroviaria noruega negaron inmediatamente.

Las investigaciones también han dado a conocer el balance definitivo de víctimas en el accidente. Según las cifras dadas a conocer ayer, 19 personas fallecieron y otras 18 resultaron heridas de diversa consideración en el accidente ferroviario, ocurrido en la localidad de Aasta, al sur de Noruega y cerca de la ciudad olímpica de Lillehammer. Este anuncio fue hecho por el portavoz de la Policía Local, Per-Erik Kjellfstad. Entre las víctimas mortales se encontraban dos adolescentes de 15 años y tres de los cuatro empleados de la red ferroviaria que se encontraban a bordo de los vagones, entre ellos los dos conductores de las máquinas.

El choque frontal entre los dos trenes se produjo a las 12'45 hora local en una zona boscosa de difícil acceso para los equipos de rescate. Una de las dos locomotoras cayó de lado debido a la violencia del impacto y varios vagones se incendiaron por razones desconocidas y que aún no han sido dadas a conocer por los investigadores que han analizado las causas del siniestro.