Dos presuntos traficantes de drogas de Platja d'en Bossa y ses Figueretes, Antonio Corral Hernández y Manuel Martínez Jiménez, aceptaron ayer ante la Audiencia Provincial cumplir una pena de tres años de cárcel. Ambos fueron detenidos el año pasado por el Grupo de Investigación Fiscal y Antidrogas de la Guardia Civil (GIFA) tras darse con una furgoneta que estaba siendo utilizada, como «punto ambulante». para vender estupefacientes.

En la operación se intervinieron 100 gramos de cocaína y 60 de hachís, pero se descubrió que el vehículo había sido equipado en su interior con un pequeño «laboratorio» para cortar la cocaína. Se da la circunstancia de que la droga era adulterada con productos extremadamente nocivos, según la información que se publicó en su día.

El tribunal también juzgó ayer a José Antonio Domínguez Villalta, vecino de Sant Antoni y condenado ya a dos años de cárcel por tráfico de drogas. Se conformó con una pena de tres años de prisión que le pidió el fiscal. El acusado fue detenido también por el GIFA en mayo de este año y se le intervino una cantidad similar de droga. Esta vez, 768 gramos de hachís, 17 de «coca» y 5 de marihuana.