Imagen de archivo de una operación policial en la que se intervino material pornográfico de menores.

Armando M.T., de 54 años de edad y vecino de Eivissa, volvió ayer a sentarse en un banquillo de un juzgado de lo Penal por asuntos de pederastia. Dos años después de que la policía requisara en su casa abundante material de fotos pornográficas de niñas -algunas de ellas tomadas en la isla- ha tenido que responder de una nueva acusación de abusos sexuales a menores en términos parecidos a los que ya fue juzgado el año pasado.

El sospechoso se juega esta vez casi tres años de cárcel -dos años y diez meses-, justo cuando ya está cumpliendo otros dos después de que se decidiera revocar un tratamiento psicológico de cinco años al que se comprometió por no dar los resultados que se esperaban de él. La policía volvió a detener este año a Armando M.T. después de que supuestamente hiciera proposiciones libidinosas a niñas, actos que al parecer no pudieron culminarse al ser sorprendido por personas mayores. Asimismo se le acusa en este juicio de una nueva tentativa de hacer fotos a menores desnudas.

El Grupo de Delincuencia Urbana dio con él en agosto de 1998 después de que el testimonio de dos niñas pusiera a Comisaría tras su pista. Este -según los cargos- invitó a las niñas a fotografiarse en uno de los callejones de la muralla de Dalt Vila, aunque las fuentes hablan de que también actuaba en ses Figueretes. Un registro en una casa y en una tienda sirvió para hallar abundante material. Con antecedentes policiales, fue juzgado en 1999 recayéndole una condena de dos años, pena que quedó sujeta a la terapia referida. Ahora ya está pendiente de otra sentencia.