EFE-LORCA Más de dos mil personas, encabezadas por el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y el ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, asistieron ayer tarde en Lorca al funeral de los doce ecuatorianos muertos ayer al ser arrollada por un tren la furgoneta en la que viajaban. Los doce ecuatorianos, que según UGT carecían de permiso de residencia en España y de contrato laboral, viajaban hacinados junto a otras dos personas, que resultaron heridas, en una furgoneta con capacidad para seis, cuando fue arrollada por un cercanías, que descarriló a consecuencia del impacto.

En el funeral, oficiado por el obispo de la diócesis de Cartagena, Manuel Ureña, en el pabellón «Europa» de Lorca, un grupo de extranjeros repartieron entre los asistentes panfletos firmados por la Plataforma de Inmigrantes de la Vega Media de Murcia, en los que se podía leer: «No somos ilegales, somos personas». Las primeras autoridades, entre las que se encontraba el embajador de Ecuador en España, Francisco Carrión Mena, mostraron a su llegada al pabellón sus condolencias a los familiares y allegados de los doce inmigrantes ecuatorianos muertos, ocho hombres y cuatro mujeres de entre 55 y 16 años. Los doce féretros, cubiertos de ramos de flores y varias decenas de coronas, se encontraban al pie del altar, presidido por la imagen de la Virgen del Cisne, patrona de Ecuador, y las banderas de Lorca, Murcia, España y Ecuador.

Los familiares y amigos de las víctimas siguieron el funeral desde la primera fila, asistidos por un equipo de psicólogos de Cruz Roja y Protección Civil. El obispo de la diócesis de Cartagena, Manuel Ureña, que ofició el funeral acompañado por diecisiete sacerdotes, entre ellos un ecuatoriano, recordó en su homilía las relaciones entre España y Ecuador y leyó al final de la misa los mensajes de condolencia enviados por el Papa Juan Pablo II y los obispos ecuatorianos de Marchala y Portoviejo, de donde eran originarios los fallecidos.