EFE-PONTEVEDRA El fiscal de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha solicitado una condena de 2.800 años de prisión a un hombre de 66 años, vecino de la localidad de Meis, acusado de violar a una menor en 280 ocasiones. En el juicio por este caso, celebrado ayer, tanto el fiscal como la acusación particular coincidieron en la petición de condena por las presuntas violaciones, que se produjeron entre 1997 y 1999, desde que la víctima tenía diez años hasta que cumplió doce.

En el juicio, el acusado, casado y con dos hijos, insistió en su inocencia, y aunque admitió haber mantenido con la menor «algún contacto esporádico», aseguró que «nunca hubo penetración». Según explicó el fiscal, el acusado también aseguró al tribunal que era impotente. No obstante, una prueba pericial concluyó que puede mantener relaciones sexuales.

Además, las pruebas de ADN confirmaron que es el padre de una niña que la víctima tuvo hace 18 meses, añadió el fiscal. Fue precisamente el embarazo de la menor lo que destapó el caso juzgado ayer, cuando los padres de la víctima la llevaron a urgencias cuando ésta se sintió indispuesta y descubrieron que estaba embarazada de siete meses. Desde entonces, la menor acusó a su vecino, que trabajaba para su familia.