El atropello mortal tuvo lugar en la carretera de Santa Gertrudis a Sant Miquel. FOTO: V. F.

El presunto responsable de un atropello mortal con conductor huido que le costó anteanoche la vida a un indigente de Eivissa cerca de Santa Gertrudis fue detenido cuando llegaba a su domicilio apenas superadas las doce horas de ocurrir todo. Su localización y arresto fue posible después de un minucioso trabajo llevado a cabo sin descanso por la Guardia Civil de Tráfico desde que al pie de la carretera se comenzaran recoger datos muy vagos que finalmente, y gracias también a la colaboración policial, se concretaron en pistas fiables.

Los agentes de Tráfico, con la actuación de la Policía Local de Santa Eulària, apenas pudieron tener un dato preciso cuando sobre las diez de la noche se les comunicó la presencia de un cadáver en el kilómetro 0'400 de la carretera que une Santa Gertrudis con Eivissa, punto kilométrico ubicado junto al restaurante «El Pato».

El personal de este establecimiento, precisamente, apenas tuvo tiempo de ver lo sucedido, pero al menos sí se pudo esclarecer que la víctima, un hombre de unos 45 años de edad de complexión fuerte y sobre el que ayer tarde aún se realizaban gestiones para su plena identificación, fue arrollada por un vehículo cuyo conductor no paró tras el impacto. La colaboración policial permitió a primera hora de ayer, sobre las dos de la mañana, encontrar el coche del sospechoso estacionado en un aparcamiento público de la Avenida Santa Eulària de Eivissa. El automóvil, un turismo Nissan Almera de alquiler, presentaba un golpe en su parte delantera además de otros indicios que le relacionaban con el atropello.

Las gestiones emprendidas instantes después la Guardia Civil permitieron conocer que el Kevin S., de 41 años, trabajador de temporada en la isla vinculado a negocios de ocio, era la persona que supuestamente conducía el coche, alquilado por lo menos para un mes. Nuevas pesquisas permitieron hallar su domicilio en la calle Obispo Cardona, lugar donde se le esperó y se le arrestó sobre las dos de la tarde. Al parecer, éste notó un impacto y, entre la duda por lo que podía haber pasado, decidió acelerar y no detener su vehículo para cerciorarse de qué era lo que había arrollado.