Los jóvenes asistentes siguieron luego en la plaza pacíficamente con sus tambores. FOTO: MARGA FERRER

La plaza del Parque de Eivissa volvió ayer a ser protagonista de una intervención policial. El fin de semana lo fue después de que un joven con aspecto desaliñado la emprendiera a gritos y amenazas con el comerciantes, vecinos y clientes de la zona y acabara masturbándose. Ayer, lo fue por un grupo de treinta personas que, tras bajar del Ayuntamiento, se concentraron con pancartas y tambores para pedir «un espacio al aire libre donde celebrar fiestas» sin problemas con las fuerzas de orden público.

Dotaciones de Policía Nacional, reforzadas por unidades de Policía Local, acudieron a la citada plaza sobre las dos y media de la tarde como medida de prevención ante la posibilidad de que se produjeran altercados. De hecho, comerciantes y vecinos del lugar ya han mostrado en múltiples ocasiones su desagrado por lo que consideran una situación progresiva de degradación que se está produciendo en esta zona de la ciudad. En el anterior capítulo habido, una de las personas que el pasado fin de semana se hallaba en la plaza cuando se produjeron los citados altercados se sintió molesto y llegó agredir al joven que increpaba al público.

Por contra, no hubo ningún tipo de violencia en la manifestación que tuvo lugar ayer por las calles de Eivissa. Los jóvenes que reivindicaban «poder expresarse libremente» depusieron pacíficamente su actitud tras conversar con agentes de la Policía Local, que les recordaron que su acción, por el ruido que se generaba, podía estar molestando a los vecinos. Luego, permanecieron tranquilamente en este sitio.