La responsable del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa dejó ayer listo para sentencia el caso de robo que ha llevado a tres británicos al banquillo después de que el pasado verano un senegalés estuviera a punto de morir en Sant Antoni tras caer de un sexto piso. La juez tomará en breve una decisión después de que el fiscal y la acusación particular, en sus informes y conclusiones finales, mantuvieran una solicitud de cinco años de prisión para los tres encausados por un presunto robo con intimidación.

El juicio continuó ayer con la declaración de otro senegalés que estaba en la casa cuando ocurrieron los hechos, de una chica que vio a caer a M.D., de 32 años, y del propietario del apartamento 611 del edificio Faro II de Sant Antoni, inmueble donde se produjo la disputa.

La declaración de todas estas personas no llevó a ninguna de las partes a modificar sus posturas. Un día antes se tomó testimonio a los acusados, al hermano de la víctima y a uno de los agentes de Sant Antoni que participaron en la investigación del caso y en la detención de los tres sospechosos. Todos ellos se han declarado inocentes y han afirmado que sólo fueron a la casa a cobrar una deuda de alquiler por un piso. En ningún caso que todo fuera un «ajuste de cuentas» por drogas, tal y como evidenciaron las pesquisas de la Benemérita.