Imagen de archivo de un partido de fútbol sala disputado en ses Figueretes.

Jordi Torres, vocal de deportes de la Asociación de Vecinos de Ses Figueretes recibió una paliza el pasado viernes por la noche por parte de unos jóvenes que se negaban a ceder una pista deportiva para la disputa de un partido de fútbol sala entre magrebís y argentinos. Todo ocurrió sobre las diez de la noche. Una hora antes, unos veinticinco jóvenes se presentaron en las pistas deportivas y solicitaron jugar en la de hierba artificial. Torres les dio permiso, aunque les advirtió de que pasados sesenta minutos debían dejarla libre para la disputa del mencionado partido.

Todo parecía transcurrir con normalidad hasta el momento de tener que abandonar la pista. Entonces, Torres se encontró con que varios jóvenes -«algunos con la cabeza rapada»- comenzaron a lanzar improperios racistas. «Para que estén estos moros y sudacas..., échalos fuera y jugamos nosotros», fue uno de ellos.

Torres decidió apartar al grupo de jóvenes conduciéndolos hacia la segunda pista de las instalaciones y así evitar un enfrentamiento entre el grupo y los componentes de los equipos. «Preferí que me pegaran a mí que no que hubiera una batalla campal», reconoció. Entonces, uno de los chicos se identificó como el hijo de un concejal del Ayuntamiento de Eivissa y le amenazó, según consta en la denuncia presentada en la Comisaría. «Dijo que entre su padre y el alcalde iban a acabar conmigo, supongo que pensando que yo trabajaba para el Ayuntamiento, cosa que no es así», relató Torres a este periódico.

Fue entonces cuando alguien le sujetó por la espalda y recibió un cabezazo en la sien. En la denuncia, Torres asegura que el agresor era un chico de unos veinte años, de un metro ochenta y con la cabeza rapada. La víctima se golpeó fuertemente la cabeza al caer, pero antes de perder el conocimiento sintió como le pateaban las costillas. En el escrito entregado en Comisaría, Torres también menciona que fue el propio hijo del concejal el que entró en un bar para avisar a una ambulancia, aunque dijo que «se había caido y desmayado», desapareciendo después. Una UVI móvil del 061 le trasladó al hospitalde Can Misses, donde permaneció toda la noche en observación.

Debido a lo ocurrido, se han suspendido todos los actos deportivos previstos para este fin de semana en ses Figueretes con motivo del Día de la Paz y la Amistad. «Habíamos organizado partidos de fútbol sala entre equipos de diferentes etnias y nacionalidades para fomentar la integración y estos chicos lo han estropeado todo», explicaba amargamente Torres, para añadir que las pistas deportivas del barrio son «para que las use todo el mundo sin que se tenga que tener en cuenta la raza de nadie».