La retirada de los árboles caídos por el viento tardará varios días en completarse.

Como si la meteorología se hubiera puesto de acuerdo con el calendario, el comienzo de semana sirvió ayer para que el temporal remitiera y para comenzar a evaluar los daños al pie de terreno. Un lunes atípico en el que los servicios de limpieza, multitud de familias, pescadores, las fuerzas de seguridad y otros afectados anónimos comenzaron el camino de la reconstrucción, la limpieza y la recogida de objetos. El viento que azotó a las Pitiüses el fin de semana dejó un panorama desolador que tardará mucho en recobrar un aspecto similar al tenía días atrás. Ultima Hora Ibiza y Formentera recorrió ayer las zonas más afectadas de las islas para comprobar in situ el panorama y compartir con los afectados sus tareas.

En el municipio de Sant Joan es donde más daños se han podido evaluar. Cientos de árboles se recogieron durante la noche del sábado y a lo largo del domingo. Pero ayer quedaba cortar las ramas de los que todavía permanecían en las calzadas y podían convertirse en un peligro para los conductores. Aunque el problema se localiza a la vez en los que se partieron y quedaron en el interior de los bosques. Es una de las apreciaciones que aportó el alcalde del municipio, Antoni Marí, después de recorrerlo ayer por la mañana. «Estoy asombrado por el daño del temporal. Todas las playas del norte de la isla están afectadas; las tres de Portinatx, destrozadas y con ellas embarcaciones de pesca y de recreo; el restaurante de cala Xarraca, s'Illot y cala Xuclar son de las playas más dañadas con la de Benirràs. Y esto va a ser muy difícil, como la del Port de Sant Miquel, que ha quedado desfigurada. Allí irá un técnico que diga cómo se puede recuperar. En el interior, si vemos árboles tirados en la carretera se supone que los bosques estarán igual, habrá que hacer un sobreesfuerzo para ayudar a los propietarios...».

En Santa Eulària las tareas de recogida comenzaron pasadas las siete de la mañana teniendo como primer objetivo la retirada del árbol caído en pleno paseo de s'Alamera. En Sant Antoni y en Sant Josep los técnicos y las brigadas de limpieza también desplegaron sus servicios en coordinación con las fuerzas de seguridad. Mientras que en Eivissa el Ayuntamiento comenzó a lavar la cara de sus calles a las ocho. Los encargados del proceso tenían por delante la difícil tarea de hacer desaparecer los restos de los 14 árboles caídos, quitar las planchas metálicas desplazadas por el viento o los restos de marquesinas, señales, indicadores, mobiliario urbano... Desde el Consistorio ayer se destacó la colaboración ciudadana, que ha servido para que los bomberos puedan desarrollar su trabajo con más garantía cuando las intervenciones requerían más herramientas. La tarea más llamativa se localizó en Dalt Vila para retirar el eucalipto que se partió el domingo. La grúa tuvo más problemas de los previstos, incluso se le rompió el cableado ante el elevado peso del árbol y este volvió a ceder contra la pared del edificio de viviendas sobre el que ya había impactado la jornada anterior.

El viento tampoco respetó los postes de teléfono, de señal eléctrica, las antenas de televisión y las vallas publicitarias. La vuelta al trabajo en las empresas responsables de su mantenimiento fue más dura que otros lunes, aunque con excepciones. Empresas instaladoras de antenas consultadas, como ELCOM, Eivisat o Electrónica Luz, no recibieron las llamadas que esperaban, incluso por momentos pensaron que se trataba de un lunes cualquiera. La recepción de los canales digitales no se normalizó hasta bien entrada la tarde. Algo similar ocurrió con las compañías de carteles y rotulistas, aunque conforme transcurrió el día las llamadas recibidas se incrementaron.

Las cifras y las medidas a adoptar marcan la semana
El Govern balear acordó anoche pedir al Ejecutivo central la declaración de zona catastrófica para Balears tras el devastador temporal que ha afectado este pasado fin de semana al archipiélago, y anunció la próxima aprobación de una línea de crédito y la creación de un censo de damnificados. Estas medidas se matizarán el próximo viernes para el caso concreto de las Pitiüses, ya que el Consell Insular d'Eivissa i Formentera ha convocado un pleno extraordinario para abordar soluciones. Durante el fin de semana el 112 recibió en el archipiélago un total de 12.000 llamadas. Las mismas se tradujeron el sábado en 94 incidentes en las Pitiüses, 54 el domingo. La situación tiende a normalizarse en los puertos y en el aeropuerto de Eivissa, aunque las autoridades han pedido prudencia para evitar movimientos masivos. La situación meteorológica tiende a estabilizarse, aunque se espera que para mañana llegue otra borrasca, aunque de menor intensidad que la que ha provocado el temporal sufrido.