El «Symphonie» fue interceptado en Menorca cuando Roig se hallaba en su interior.

EFE/J.J.M.
El fiscal de Barcelona pide 6 años de cárcel para Juan Miguel Roig Beckingham, el joven ibicenco de 25 años que está acusado de dedicarse a robar veleros y yates de lujo, valorados hasta en 100 millones de pesetas, y que según su defensa sólo los empleaba para «dar una vuelta» en alta mar y navegar hasta las Islas Balears.

Sin embargo, en muchos casos, se presuponía que estos robos tenían la finalidad de conseguir una ventajosa venta con redes que compraban barcos. Varios de los yates supuestamente sustraídos por el acusado, a veces no sólo en Barcelona sino también en las Islas, aparecieron en la costa africana e incluso en Canarias. Se le ha relacionado hasta con seis casos.

La fiscalía de Barcelona pese a todo, sólo lo sienta en el banquillo por dos robos de barcos -el «Symphonie» y el «Cacao»-, que se le imputan, independientemente de las otras causas que siguen contra él en otros lugares, así como de la sustracción de material de submarinismo de otro yate valorado en 400.000 pesetas.

Roig Beckingham era muy conocido en el puerto Olímpico de Barcelona hace un año. Su foto se exhibía en muchos establecimientos comerciales después de ocurrir varios robos no sólo en barcos sino también en locales. Su atrevimiento era tal que en una ocasión, según fuentes judiciales, advirtió a un agente de la Guardia Civil que le acababa de detener en alta mar que «guardase bien las llaves» de una embarcación que le señaló en el puerto, porque sería «la próxima en caer», como así ocurrió.

En otra ocasión, robó otro yate de lujo en Barcelona y fue sorprendido tranquilamente en su interior fumando puros Cohibas y bebiéndose un buen vino. Vestía trajes de Giorgio Armani y conducía coches de lujo alquilados, que no devolvía nunca, según las fuentes.