Una mujer de 48 años fue rescatada en la madrugada de ayer de entre los escombros del edificio que se derrumbó en Barcelona y del que los bomberos sacaron un total de res cadáveres. Carmen Costa, que pasó nueve horas bajos los escombros protegida por un sofá, está ingresada con pronóstico grave y tiene quemaduras en el 22% de su cuerpo, según informó un portavoz del hospital del Valle Hebrón. La investigación de Gas Natural precisamente señala al domicilio de esta mujer como el lugar donde se produjo la explosión atribuyéndola a un «uso incorrecto o manipulación de la cocina».

El parte médico informaba que presentaba «síndrome de aplastamiento y quemaduras de segundo grado superficial y profundo en brazos piernas y cara», además de problemas de respiración por la inhalación de humos.

Los Bomberos de Barcelona encontraron a esta vecina del edificio siniestrada alrededor de la una de la madrugada bajo un sofá. Tras ser reanimada por los servicios de emergencia del 061, la mujer fue trasladada al hospital del Valle Hebrón, donde también está ingresado el anciano que quedó atrapado por los escombros en el mismo siniestro. Pascual Murria, de 77 años de edad, permanece estable dentro de la gravedad y ha sido intervenido de urgencias de una fractura del tobillo izquierdo, entre otras lesiones.

El derrumbe, al parecer tras una explosión de gas, tuvo lugar poco antes de las cuatro de la tarde en un inmueble del barrio de Horta. Hacia las 19.00 horas fue recuperado el cadáver del joven de 26 años Francisco Mulero y durante la noche se recuperó el cadáver de Miguel Gil, de 66 años de edad. De madrugada se dio con el cadáver de Beatriz Rodríguez, abuela de la primera víctima hallada bajo los cascotes. Estaba previsto que los vecinos de los edificios menos afectados por la desplome en el número 90 de la calle Eduardo Toda de Barcelona pudieran dormir en sus casas la pasada noche, mientras que se buscaba una solución a las otras personas que se han visto perjudicadas.