El presunto homicida de Platja d'en Bossa, el colombiano Luis Fernando G.A., de 27 años, pensó que podría salir airoso de la muerte de su «concuñado» y también compañero de piso José Oberdan Ospina Fran, según se desprende de su forma de actuar durante la hora y media que hubo entre el crimen y el momento en que fue detenido por la Guardia Civil. El detonante final de la reyerta en la casa de los apartamentos Ibal estuvo en que José Oberdan le recriminó su talante violento cada vez que salían, metiéndole en problemas (dos altercados en esa noche), al tiempo que le instaba a que dejara la vivienda.

Nuevos datos que han trascendido por este caso han permitido conocer que su primera reacción al verse manchado de sangre fue buscar una ropa que no le delatara. Se quitó los pantalones y cogió otros del difunto, a la vez que consideró oportuno ponerse el calzado que llevaba el cadáver, dejando el suyo, impregnado de sangre, junto a la víctima. Luego, pensando probablemente que lo que pudiera decir la tercera persona que vivía en la casa no podría incriminarle directamente, se fue tranquilamente a tomar una copa, según ha podido averiguar este periódico.

Una hora y media después fue interceptado por la Guardia Civil en las cercanías del portal del inmueble en el que residía cuando regresaba sin ningún ánimo de entregarse, según pudo ser testigo Ultima Hora Ibiza y Formentera. Luis Fernando G.A. se reconoció anteayer tarde, al menos ante el juez, autor de los hechos que pusieron fin a la vida de José Oberdan, de 35 años, después de que la unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil ahondara y resolviera durante la investigación las pistas halladas en la casa.

El acusado, preso ahora en calidad de preventivo y sin poder recuperar ahora su libertad al negársele la posibilidad de una fianza como medida cautelar, tendrá que esperar en la cárcel hasta que el juzgado número 2 de Eivissa terminen la instrucción del caso antes de que se califiquen los hechos y se señale su juicio.