EFE-MALAGA
Dolores Vázquez, acusada del asesinato de la joven Rocío Wanninkhof, abandonó ayer tarde la prisión de Alcalá de Guadaira y partió rumbo a casa de unos amigos, tras decretar el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía su libertad bajo fianza de 30.000 euros. Diecisiete meses después de su ingreso en prisión y acompañada por una pareja que se personó en el centro, Dolores partió de Sevilla en un turismo tapada con una manta y escoltada por un coche de la Guardia Civil en dirección a casa de unos amigos «donde pasará unos días», según dijo su hermana Elvira.

Por su parte, Alicia Hornos, madre de Rocío, aseguró ayer que su familia abandonará Málaga por miedo a que la presunta asesina de su hija «pueda volver a matar» y se mostró indignada por la puesta en libertad provisional de la acusada «como cualquier madre lo estaría si matasen a su hija». En una conferencia de prensa en el despacho de su nuevo abogado, Marcos García Montes, Alicia Hornos anunció que recurrirá ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía la decisión de este tribunal. Marcos García Montes explicó que recurrirán la puesta en libertad de la acusada esgrimiendo que se trata de un delito grave, la alarma social que ha creado el caso, el riesgo de fuga y la discriminación que supone dicha medida con otros presos.