El caso se encuentra en los juzgados a la espera de que se señale fecha de juicio.

Un traumatólogo, que ha ejercido al menos hasta hace poco en Eivissa, se enfrenta a una acusación por abusos sexuales que le puede llevar a la inhabilitación para la práctica médica si el juzgado le da la razón una paciente que le denunció al sentirse vejada sexualmente en una consulta. El caso, instruido por el juzgado de Instrucción número 6 de Eivissa, se halla pendiente de que se le señale día para la vista. El facultativo, identificado como R.M.R., reconoció durante la instrucción del caso haber enseñado una «técnica» a la paciente pero alegó haberlo hecho con fines exclusivamente terapéuticos. La versión es muy distinta a la expresada por la denunciante, quien cree que no es la única mujer que ha podido encontrarse en la situación de vejación que dice haber vivido en un despacho profesional usado por este médico.

El auto de apertura de procedimiento abreviado dictado por el titular del juzgado de Instrucción número 6 de Eivissa precisamente recoge la necesidad de dirimir esta situación en juicio al entender que los tocamientos ocurridos, una vez reconocidas por todas las partes la existencia de éstos, deben considerarse de acuerdo con la intención que tuviera el acusado. Los hechos denunciados tuvieron lugar presuntamente en febrero de hace dos años cuando a la paciente se le diagnosticó una lesión lumbar y el facultativo precisó oportuno tratarla mediante ejercicios fisioterapéuticos. La enferma considera que en uno de estos consejos puestos en práctica hubo actuación con ánimo libidinoso al ser obligada -siempre según la denunciante- a tumbarse en una camilla para «aprender» un ejercicio que le iba aportar mayor goce en su vida conyugal.

Esta «técnica» consistió en guiar las manos de la paciente, en posición de dar a luz y con la ropa bajada, hasta sus partes más íntimas con el fin de que se tocara en presencia del traumatólogo. Tras ello se desencadenaron en la enferma problemas de índole psicológico que requirieron tratamiento médico. R.M.R. se enfrenta a una acusación que solicita para él tres años de inhabilitación, una multa de 10.000 pesetas diarias durante un año y al pago de una indemnización de un millón.

Otro proceso después de que el marido golpeara al facultativo
Los presuntos abusos deshonestos denunciados van paralelos a otro proceso por lesiones que, al parecer, se inició después de que el traumatólogo denunciara haber sido agredido por el marido de la paciente a la que «recomendó» la técnica. Según lo recogido por este periódico, el esposo intentó recabar una explicación convincente. Al no hallar una respuesta se citó en la consulta. Una vez recibido, le dio supuestamente un puñetazo en la cara.