J.F.MESTRE/ MICHELS
Francisco Orellana García era cabo de la Guardia Civil y tenía 31 años de edad. Estaba separado y tenía dos hijos. Su cadáver fue encontrado ayer por la mañana en un apartamento de Palmanova, en Calvià. Lo encontraron unos compañeros, que acudieron a su casa alarmados porque el agente debía entrar de servicio ayer por la mañana y no acudió al trabajo. La puerta de la vivienda estaba abierta. Al entrar se descubrió el cadáver en el suelo del salón. La víctima presentaba, al menos, un golpe en la cabeza. También tenía hematomas en el cuerpo y cortes, posiblemente de defensa. Aunque en un principio se señaló que también tenía un orificio de bala en la cabeza, esta hipótesis fue después descartada. También se descartó la posibilidad del suicidio, puesto que en el apartamento aparecieron señales evidentes de que se había producido una lucha.

Francisco Orellana vivía solo en un apartamento del edificio Mirabel, que está situado en el número 22 de la calle Costa i Llobera, justo detrás de la iglesia de Palmanova. La víctima estaba destinada en el cuartel de Andratx, y antes lo estuvo en Palmanova.

El apartamento donde vivía el guardia civil (tenía la categoría de cabo) es de pequeñas dimensiones. Su cadáver apareció en el salón, junto a los dos sofás, situados enfrente de la televisión. La vivienda no presentaba, a primera vista, grandes muestras de desorden. Sin embargo, había manchas de sangre en el suelo, en varios muebles y en las paredes. Frente a la puerta había un reguero de sangre que llegaba hasta el sofá, donde había una gran mancha. También aparecieron huellas de pisadas. Ayer tarde se realizó una minuciosa inspección ocular del lugar para encontrar huellas del asesino. No se encontró el arma, que podría tratarse de un objeto contundente. La víctima dejó su pistola en el cuartel.