EFE-EE UU El hallazgo este fin de semana de 80 cadáveres descompuestos cerca de un crematorio de una zona rural ha sacudido a esta pequeña comunidad del estado norteamericano de Georgia, donde los familiares exigen una explicación y el Gobierno ha declarado el estado de emergencia.

Las autoridades del condado Walker continuaban ayer la recuperación e identificación de los cadáveres, a los que se suponía incinerados. Según la policía, los cuerpos no habían sido quemados porque el incinerador sufría desperfectos.

«Debido al estado avanzado de putrefacción en que se encuentran muchos de estos cadáveres y al hecho de que fueron hallados dispersos o semienterrados en una zona boscosa, dudo que podamos identificarlos a todos de forma concluyente», afirmó el forense Kris Sperry, que encabeza la Oficina de Investigaciones de Georgia.

Ray Brent Marsh, hijo de la pareja propietaria del «TriState Crematory», fue arrestado el sábado y se encuentra detenido. Marsh, de 28 años, tomó las riendas del negocio en la década de los 90 y afronta cinco cargos de robo y engaño, porque presuntamente cobró por servicios sin realizar.