Como si de un pequeño salón de un antiguo castillo se tratara, alguien pretendió 'decorar' durante estas fechas una de las casamatas situadas en las inmediaciones del baluarte de Sant Jaume, en la ronda Calvi del casco antiguo de Dalt Vila. in que nadie acierte a explicar por qué o con qué motivo, la puerta de barras de hierro que cerraba el acceso a la casamata había sido forzada, mientras en el interior reposaba un viejo sofá azul y una silla.

Los servicios municipales de limpieza se disponían ayer a retirar la pieza de mobiliario, mientras la Policía Local iniciaba el informe a partir del cual se solicitará la reparación de la puerta metálica forzada. Desde el Ayuntamiento de Eivissa se afirmó ayer que no se tiene constancia de ningún tipo de que la casamata estuviera siendo usada por alguien para vivir. En estas zonas de las murallas está prevista la instalación de elementos dedicados al Patrimonio de la Humanidad pitiuso.