L.PLANAS/J.JIMÉNEZ
Manuel Àlvarez Beltrán, conocido entre sus allegados como «Marcos», que llevaba desaparecido de su domicilio de Inca desde el pasado 27 de marzo, apareció ayer noche muerto en un descampado de la localidad. El joven de 26 años, que según su familia padecía esquizofrenia, salió el miércoles de la semana pasada de su casa, situada junto a la plaza del Bestiar de Inca. La familia, alarmada por la desaparición del joven, informó de los hechos a la Guardia Civil en Inca para que se iniciase su búsqueda. No se tuvieron noticias de él hasta en el día de ayer cuando un vecino de Inca descubrió su cadáver.

De momento se desconocen las causas de la muerte y los investigadores están pendientes de la autopsia, que se practicará en las próximas horas. Antes de que se descubriera el cadáver, familiares del desaparecido afirmaron ayer que «ahora tenemos pocas esperanzas de encontrarlo con vida porque ya han pasado demasiados días sin saber nada y sin que la Guardia Civil haya podido averiguar hasta el momento que ha pasado con él». Sin embargo, mantenían la esperanza de que se hubiera refugiado en la casa de algún conocido, aunque por desgracia no fue así.

Tanto la Guardia Civil como sus propios familiares no descartan que «Marcos» se hubiera involucrado en algún problema por su frecuente relación con personas involucradas en «asuntos turbios». La familia repartió fotos del joven por la localidad y se solicitaba ayuda para encontrarle.