La mesa del tribunal que se desplazó a principios de mes a Eivissa para juzgar a los dos acusados.

La Audiencia Provincial ha condenado finalmente a penas de cinco años de prisión a los dos hombres, un alemán y un holandés, que fueron juzgados en Eivissa el pasado día 6 de junio y que fueron detenidos por la policía en el transcurso de una investigación sobre las posibles conexiones de una importante red germana que presuntamente planificaba un envío a las isla de 160.000 éxtasis. Theodorus Johannes Starrink y su compañero Ronny Rörhrig fueron arrestados tras un registro policial en su domicilio de Benirràs en el que se hallaron 500 éxtasis.

Los dos acusados tenían múltiples negocios en Eivissa, combinando alguno de ellos operaciones inmobiliarias con la representación de distintos productos para bares que distribuían firmas alemanas. Uno de los sospechosos, en concreto, también obtenía supuestamente beneficios con la venta de discos compactos.

El Cuerpo Nacional de Policía sometió a ambos a una intensa vigilancia al analizar informaciones que les involucraban en un negocio de importación de coches que -según las sospechas que se bosquejaron- podría estar siendo utilizada - o se iba a usar- como tapadera para introducir éxtasis en las Pitiüses y en la que al parecer había mujeres implicadas. La policía, agotada la investigación, entró en la casa en la que ambos residían y se incautó, además de los casi 500 éxtasis, de 148 gramos de lidococaína (sustancia empleada para adulterar la cocaína), dos balanzas de precisión y papeles que se consideraron contabilidad de las operaciones de venta de drogas que se cerraban. Los acusados hicieron constar en la vista que todo pertenecía a la entonces novia de uno de ellos, persona sobre la que finalmente no se llegaron a presentar ningún tipo de cargos y sobre quien no dice nada la sentencia. Además, la investigación descartó a personas con antecedentes por drogas.