La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a José María Maicas Ortiz a una pena de tres años de prisión por vender cuatro comprimidos de éxtasis a otras dos personas en el puerto de Eivissa.

El tribunal considera probado que el día 7 de agosto del año 2000, sobre las 01'30 horas, dos vecinos de Hospitalet de Llobregat que se encontraban de vacaciones en la isla es acercaron al acusado cuando este se encontraba vendiendo entradas para la discoteca Pachá en las inmediaciones del establecimiento comercial que el club tiene en el puerto de Eivissa. Allí le preguntaron si podía facilitarles unas pastillas de éxtasis, «a lo que éste respondió que sí, indicándoles que volviesen al cabo de media hora en el que él finalizaría su horario laboral».

Los dos compradores esperaron entonces en la terraza situada frente al local. Pasado un corto espacio de tiempo, Maicas Ortiz regresó y les entregó, por debajo de la mesa, un envoltorio de plástico con cuatro comprimidos de éxtasis, recibiendo a cambio un billete de 5.000 pesetas. Dos miembros del Cuerpo Nacional de Policía que observaron estos hechos procedieron a su detención.

Así, la Audiencia Provincial no considera creíble, tal y como sostuvo el acusado durante el juicio, que éste hubiera comprado dos éxtasis para él y otros dos para los dos turistas al haber entablado amistad después de una conversación «sostenida y dilatada por espacio de una hora».

En este sentido, el tribunal defiende en su sentencia la credibilidad de los agentes policiales, quienes sostuvieron que «el inicial contacto habido entre los demandantes de éxtasis y el acusado fue muy breve», tal y como señala la sentencia, pese a que uno de los dos turistas afirmó en la vista que la compra se limitó a dos comprimidos y que incluso habían planeado «irse de fiesta» juntos a lo largo de la noche.