La imagen, tomada ayer, recoge el resultado de uno de los últimos accidentes de tráfico habidos en las Pitiüses. Foto: V.F.

Las perspectivas son este año especialmente halagüeñas con respecto a los altos índices de mortalidad que se estaban obteniendo en las carreteras de las Islas. Si las progresión actual se mantiene, las Pitiüses «cerrarán» el año con el menor número de muertos por accidentes de tráfico que se recuerda, incluso en lo contabilizado en la década de los 90.

Un total de ocho personas, la mitad de ellos motoristas, han perdido la vida este año en siniestros de circulación, una cifra esperanzadora si se tiene en cuenta que el balance final bien pude situarse lejos de la veintena de fallecidos que figuran en las estadísticas de 2001 y más aún de la treintena de los dos años anteriores.

Las listas oficiales de la Jefatura Provincial de Tráfico recogen que el mejor año fue 1997. Entonces sólo hubo 15 muertos. Sin embargo, las tornas cambiaron en los años siguientes y se volvió a la tendencia al alza que dominaba toda la década.

Este año, en las Pitiüses, todos los meses, a excepción de febrero, ha habido un trágico siniestro. Abril y el presente han sido los peores, con dos víctimas. A los cuatro accidentes de moto señalados hay que sumar otros dos de coche y dos atropellos. La mayor parte de los fallecidos eran extranjeros; tres de ellos inmigrantes sudamericanos. La excesiva velocidad y los despistes fueron las causas principales que estuvieron detrás de los siniestros. Las tres últimas personas muertas eran conductores de moto o ciclomotor.