Dos de los coches implicados en el siniestro, un taxi y un BMW quedaron destrozados. Foto: K.TABERNER

Uno de los accidentes de tráfico más graves ocurridos en Eivissa en la última década arrojó en la madrugada de ayer un saldo de cuatro personas fallecidas y otras tres heridas de gravedad, una de las cuales permanecía en estado crítico en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario al cierre de esta edición. La brutal colisión, en la que se vieron implicados tres vehículos (un taxi Nissan Almera -matrícula 5366BYR-, un BMW 320 -matrícula 9282BTG- y un Nissan Micra de alquiler -matrícula 3519BDG-), ocurrió poco antes de las cinco de la madrugada en el kilómetro 3'980 de la carretera que une Eivissa y Sant Antoni, cerca del llamado tramo de las discotecas, uno de los puntos negros de la red viaria pitiusa.

Las víctimas son V.C.C., de 34 años de edad y conductor del taxi número 110 de la ciudad de Eivissa; el súbdito canadiense O.A., de quien se desconoce su edad puesto que iba indocumentado en el taxi siniestrado; D.M.M., de nacionalidad británica y 25 años de edad, conductor del BMW, y R.S.H., un ciudadano holandés que viajaba en este último vehículo.

Entre los heridos se encuentran otros dos ciudadanos holandeses: C.J.D., de 24 años de edad, y G.V.B., de 35 años. Ambos circulaban igualmente en el BMW y fueron trasladados a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario. Fuentes de este centro indicaron ayer que el primero de ellos se encontraba en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos con un cuadro médico que incluía un traumatismo craneoencefálico de carácter grave y un traumatismo torácico igualmente grave. El joven holandés se encontraba en coma e intubado. El segundo de ellos, G.V.B. sufrió heridas muy graves en su brazo derecho y se encontraba pendiente de ser sometido a una intervención quirúrgica en el mismo centro. En el siniestro también resultó herido el súbdito canadiense B.S., de 23 años de edad, quien circulaban en el taxi y permanecía igualmente ingresado en la UCI de la Policlínica con un traumatismo torácico grave.

La Guardia Civil de Tráfico comunicó ayer que la colisión entre el taxi y el BMW fue por «embestida perpendicular central». Un testigo presencial indicó a este periódico que el BMW estaba efectuando un adelantamiento cuando se produjo el siniestro. Aunque no se han dado a conocer los motivos del accidente, el exceso de velocidad, unido al hecho de un probable adelantamiento indebido, parece ser una de las causas más probables del mismo. Otra de las hipótesis manejadas por la investigación establece que el conductor del BMW habría podido perder el control de su vehículo yendo hacia el arcén y, al rectificar, invadió el carril contrario.

Al parecer, el BMW impactó con gran violencia contra el taxi. El primero de estos coches habría maniobrando bruscamente para evitar el impacto, por lo que recibió todo el golpe en el centro. Como consecuencia del choque el BMW quedó partido por la mitad, una de las cuales llegó a incendiarse. El equipo de excarcelación del Parque Insular de Bomberos, situado a poca distancia del lugar del accidente, tuvo que acudir al mismo para rescatar a tres de los ocupantes de los mismos, quienes quedaron atrapados en el amasijo de hierros en el que quedaron convertidos los dos vehículos.

El Nissan Micra de alquiler que también se vio envuelto en el siniestro sólo sufrió daños materiales. Sus dos ocupantes, dos ciudadanos italianos cuyos nombres corresponden a las iniciales G.P., de 24 años de edad, y D.D., de 21, resultaron ilesos. La asistencia a las víctimas, llevada a cabo por los servicios de emergencias de Eivissa, obligó a cortar el tráfico durante un largo periodo de tiempo en la carretera de Sant Antoni. La circulación se restableció a primera hora de la mañana. Ambulancias Ibiza, una UVI móvil del 061 y otras tres ambulancias de este último servicio de emergencias atendieron a los heridos y procedieron a su traslado a la Policlínica.

Dieciséis puntos negros localizados en la red viaria de Eivissa
Ana García, responsable de la Jefatura Local de Tráfico en Eivissa, señaló que en la isla hay localizados un total de dieciséis puntos negros para la circulación. Se da la circunstancia de que cinco de estos enclaves están situados en la misma carretera de Sant Antoni en la que ayer de madrugada ocurrió el fatal accidente que le costó la vida a cuatro personas e hirió de gravedad a otras tres. García añadió igualmente que la carretera de Sant Josep cuenta con tres de estos puntos negros, los mismos que se tienen contabilizados en la carretera del aeropuerto, otra de las vías más problemáticas debido a la gran cantidad de tráfico que absorben durante la temporada estival. Asimismo, existen otros dos en las carreteras de Sant Joan. En declaraciones a Radio Ibiza, la responsable del área de Tráfico de la isla de Eivissa recordó que estos puntos negros de la red viaria pitiusa «normalmente coinciden en zonas donde hay cruces o giros frecuentes». Por otra parte, García solicitó encarecidamente a los conductores su colaboración para no infringir las normas de tráfico. «Es una tarea que no corresponde sólo a unos o a otros, sino que debemos colaborar todos». Entre los puntos negros más destacados en esta siniestra estadística se encuentra el llamado tramo de las discotecas, en el que, tras varios años registrando una amplia siniestralidad, se tomó la decisión de modificar la vía incluyendo una salida para la discoteca Privilege aprovisionada con pivotes y una serie de semáforos para regular la velocidad de los vehículos. En el municipio de Sant Josep, un gran número de accidentes se producen en la avenida de Sant Agustí, en el desvío hacia esta última localidad. La curva conocida como 'de los cazadores', en la carretera de Santa Eulària y la recta de Ca na Negreta, en esta misma vía y objeto de intensas protestas por parte de los vecinos del barrio en fechas recientes (a raíz de un accidente mortal), son otros dos importantes puntos negros.