Foto de archivo de Sant Llorenç.

La historia de este caso se remonta al 20 de julio del presente año. Un hombre de poco más de 60 años de edad, vecino de Sant Llorenç, casado y con hijos, se desplazó hasta un terreno agrícola de su propiedad para llevar a cabo unos trabajos con un tractor. Horas después llegó a la localidad otro vecino, que en su turismo llevaba el cadáver del primero. El hombre dijo que lo había encontrado en el terreno agrícola cuando estaba ya sin vida. El cadáver presentaba lo que parecían golpes o hematomas en el rostro, pero quizás los mismos se atribuyeron a que cayó del tractor de manera accidental cuando estaba labrando.

El caso es que el médico certificó que la causa de la muerte había sido un infarto de miocardio agudo, y que el Juez de Paz no intervino para judicializar el óbito. En la iglesia de la localidad se celebró el funeral y se procedió al entierro en el cementerio municipal. Pero después, a medida que iban transcurriendo los días, se fueron extendiendo una serie de comentarios en torno a este caso, y sobre todo centrándose en que el rostro del fallecido presentara lo que en principio parecía un traumatismo.

Según han manifestado vecinos de la localidad, estos comentarios llegaron a oidos de la Guardia Civil, que después de ir recabando una serie de datos decidió abrir una investigación al respecto, informando a un juzgado de Instrucción de Manacor. La autoridad judicial instruye diligencias previas y, al parecer, ya se ha decretado que se proceda a la exhumación del cadáver en un plazo que no se ha confirmado de manera oficial.