Un individuo armado con un machete de carnicero, de 25 centímetros de hoja, tomó como rehén a un policía local de Manacor que había acudido hasta su casa, junto a una compañera, para mediar en una riña familiar. El hombre, que estaba fuera de sí, colocó el cuchillo en el cuello del agente y provocó a la otra policía para que sacara su arma reglamentaria, aunque finalmente pudo ser reducido.

El grave incidente tuvo lugar el viernes en la calle San Luis de Portocristo, cuando varios vecinos se pusieron en contacto con la Policía Local para denunciar que escuchaban ruidos y gritos en una de las viviendas. Una patrulla de la Unidad Territorial de Costas (UTC) compuesta por un policía y su compañera se desplazó hasta esa dirección y comprobaron que, en efecto, dos hermanos de Almería mantenían una violenta discusión y al parecer habían llegado a las manos.

Los funcionarios no repararon en que uno de ellos, de 33 años, escondía entre sus ropas un gran machete y mientras intervenían en la riña el individuo se abalanzó sobre el policía y, con inesperada agilidad, le colocó el cuchillo a la altura del cuello, mientras le advertía de que no intentara nada. La otra policía intentó calmar los ánimos y le exigió que depusiera su actitud y se entregara, pero el agresor, lejos de amedrentarse, comenzó a increpar a la mujer y la provocó para que sacara su revólver.

Durante interminables minutos la agente mantuvo la sangre fría necesaria para no caer en las provocaciones, ya que tenía la certeza de que con el arma desenfundada el asunto podía ir a mayores y tener consecuencias imprevisibles. La «negociación» fue surtiendo efecto y la funcionaria pudo pedir refuerzos, que a la postre sirvieron para reducir al sospechoso. El individuo fue esposado y trasladado a las dependencias policiales, acusado de un delito de atentado contra agente de la autoridad.

Los efectivos le requisaron el machete de 25 centímetros de hoja, que se incluirá en el atestado sobre los acontecimientos, y también tomaron declaración al hermano del detenido, que según parece no intervino cuando el policía fue tomado como rehén. El motivo por el que los dos hermanos se habían enfrentado no ha trascendido, pero parece que el de 33 años se ofuscó durante la riña y cuando apareció la patrulla decidió «jugársela».