Los ocupantes del vehículo eran todos alemanes y fueron evacuados por una ambulancia del 061. Foto: M.TORRES

El accidente tuvo lugar sobre las once de la mañana después de que F.J.L., de 67 años y conductor del todoterreno con matrícula IB-8702-CY, perdiera momentáneamente el control de su vehículo tras entrar en el tramo curvo que hay frente al vertedero de Cala Llonga. Otras tres personas, su mujer, N.L., de 68 años, su hija, P.L., de 35, y una tercera mujer I.K., de 34, viajaban con él cuando el todoterreno terminó saliéndose de la carretera por su lado derecho y precipitandose por una caída de unos cuatro metros que concluyó con el vuelco del vehículo.

En ese momento, el coche circulaba en dirección a Eivissa. Los cuatro ocupantes, pese a la espectacularidad de lo sucedido, sufrieron, en principio, heridas leves y sólo fue preciso evacuar en ambulancia a dos de los afectados. Ambos fueron trasladados a la Policlínica de Nuestra Señora del Rosario, informaron fuentes del 061. La mayor parte de ellos presentaba policontusiones y pequeñas heridas, según un primer diagnóstico. Se da la circunstancia de que paradójicamente fue el conductor del todoterreno el que presentaba las lesiones menos importantes.

El siniestro movilizó tanto a los bomberos como a las unidades del destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Eivissa, que se trasladaron enseguida al lugar del accidente para colaborar en las tareas de rescate. Las primeras impresiones recogidas por este periódico, cuando el personal sanitario del 061 atendía a los heridos y los bomberos completaban su trabajo, apuntaban a que el conductor del todoterreno posiblemente dejara de dominar su dirección tras dar un brusco volantazo después de que se viera en dificulades nada más abordar una curva con fuerte pendiente.